Ya sabéis que tengo buena relación con la gente de Repsol. No es por lo que piensas. Sí, es verdad que de cada año subo de rodillas a La Pobla de Mafumet haciendo aquello que inventó el Pujol. No, no es llevar a Pastas Gallo a Andorra o pasar la ITV, sino el tema del «Peix al cove». Cuando tú quedas con los del O-PEP ya sabes que algo te caerá, aunque sea una comida de aquellos que haces foto en los platos... porque no puedes pagarlos.
Ponga música de violines. En 2004 dejé la tele, estaba de guionista en El Terrat. Ya era mayor y gente como Evole destacaban más que una servidora, por juventud, salud y peso. Pensé que jamás entraría. Pero, mira qué, Opep Bertran me ha citado en el restaurante El Terrat para comer. No puedo decir de qué va porque he firmado un contrato de confidencialidad que dice que, si soy un bocazas, vendrán unos señores muy amables y militares de países del Este aficionados a romper piernas con un Kalashnikov. ¡Vaya, unos poetas!
Lo primero que pienso siempre es por qué Moha Quach le puso «terrat» a un restaurante que está en una planta baja. Que después he pensado que quizás en la azotea sólo va gente importante, como Pau Ricomà o Agustí Mallol.
Pep y Xavier han mirado la carta y el de Calaf ha dicho muy seguro «¡trae unas croquetas!» ¡Cagontoloquesemenea! Yo esperaba unas gambas de Tarragona, caviar, Moët & Chandon. Pues no, ha sido una cervecita, un arroz y unas croquetas… Y ¡Hala, pa casa! Hombre, ya sabemos que ahora no se vende queroseno, pero para unos canalones seguro que llega. Como hago siempre que oigo la frase «trae la nota» yo me disculpo y tiro hacia el lavabo diciendo aquello de «ya sabéis, la próstata». Allí miro por la rendija de la puerta que pongan las carteras sobre la mesa, como debería hacer la mayoría de ministros que tenemos. ¡Buen provecho!