Chapuza al pueblo saharaui

El 6 de noviembre de 1975, el monarca marroquí, organiza la conocida Marcha Verde, formada por unos 350.000 voluntarios, animados por la promesa de una estancia en un territorio rico en recursos naturales, como son los fosfatos, la pesca y hoy podría ser la energía solar. Esa acción «pacífica» no perseguía otra cosa que invadir y ocupar el Sáhara español que, desde 1860 administraba el Estado Español, así lo reconoció la Conferencia de Berlín sobre África en 1885, dando unos derechos a España sobre la región. Las consecuencias de la Marcha Verde, provocaron un exilio de saharauis nativos, al desierto más árido y pobre de Argel, resistiéndose a tener que vivir, bajo la autoridad del monarca marroquí, sobreviviendo gracias a las ayudas humanitarias internacionales, con la esperanza puesta en que algún día podrían regresar a su territorio, de eso ya han pasado más de 45 años. Aquella actuación pacifista de la Marcha Verde, se convirtió más tarde en un muro militar fuertemente armado, en medio del desierto, con el fin de evitar el regreso de los saharauis a sus propios territorios de origen.

Unos años antes, el 10 de mayo de 1973, el movimiento soberanista saharaui se convertía en el Frente Polisario, en una estrategia de guerra de guerrillas. En 1975 la organización se estaciona en Tinduf, territorio en el que, más tarde, se convertiría en campo de refugiados en el desierto de Argelia, en ese mismo año, una visita de Naciones Unidas, reconoce al Frente Polisario como la única fuerza política dominante en el territorio. Un año más tarde el Polisario proclama la República Árabe Saharaui Democrática, mientras tanto, España se encuentra inmersa en su transición política, no debe olvidarse que en aquellos momentos el general Francisco Franco, se encontraba gravemente enfermo en una habitación del hospital de La Paz de Madrid.

El que fue secretario general del Frente Polisario, Mohamed Abdelaziz, apostó por una ofensiva política diplomática, dejando al margen acciones armadas que, hubieran comportado tremendas pérdidas humanas para su pueblo, en esa actuación diplomática, llegó a reunirse con los expresidentes del Gobierno de España, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero.

Son varias las resoluciones de Naciones Unidas (ONU), encaminadas a un referéndum de autodeterminación, para este menester, se crea la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental, más conocida como la MINURSO, reconociendo a España los derechos sobre el Sáhara hasta la celebración del referéndum, pero los gobiernos de España, por prudencia de no incomodar al monarca marroquí, se volvieron a olvidar de su compromiso histórico con el pueblo saharaui.

La primera acción de todo referéndum, es contar con un censo electoral fiable, en este caso, al derecho a voto de aquellas personas que residían en el Sáhara español, ante la invasión de los nuevos residentes venidos de otros lugares de Marruecos, con motivo de la intencionada Marcha Verde . No tardó mucho tiempo la MINURSO, en ponerse a trabajar para dar cumplimiento el mandato de la ONU, tarea ésta ardua y complicada en poder llegar a cabo, por las dificultades puestas por el gobierno de Marruecos, para dejar en minoría a los que verdaderamente tienen el derecho a voto. Pero también a ello, debe añadirse que todos los intentos de la ONU por resolver el conflicto, se han visto de alguna manera afectados, por los intereses económicos y cuando no geopolíticos que Francia y EE. UU. mantienen con Marruecos.

No hace mucho tiempo, concretamente el 17 de mayo del 2021, el Reino de Marruecos, con el fin de amonestar o chantajear a España, por el motivo de la asistencia sanitaria al líder del Frente Polisario, Brahin Gali, en territorio español, no dudo en montar una operación, manipulando las ilusiones de jóvenes y en algún caso de niños, animándoles a invadir la frontera con España en Ceuta, prometiéndoles un mundo idílico, donde tan solo llegar a España, les esperaba un contrato de trabajo, cuando el paro juvenil en España se sitúa en un 40 % o ver un partido de futbol donde juegue Ronaldo, mientras ocurrían las presiones de entrada, los guardianes marroquís de la frontera, miraban hacia otro lado y cuando no, abriéndoles las puertas invitándoles al paso. Existen otras actuaciones más legítimas, para mostrar el desagrado que no, utilizando a jóvenes como escudo humano.

A todos los hechos antes mencionados, se debe incluir el más reciente y tremendamente preocupante, la filtración, supuestamente voluntaria en los medios de comunicación, de la carta del Presidente de Gobierno Español al monarca marroquí, donde manifiesta, es partidario que el territorio del Sahara sea una comunidad autónoma de Marruecos. Voluntad autonómica personal que, Pedro Sánchez, no informa al Consejo de Ministros, formaciones políticas con representación parlamentaria, países extranjeros como Argelia, ni tampoco a sus propios socios y me atrevería a decir, sin quizás a equivocarme, a la propia casa real española. A las preguntas de la prensa al respeto, Pedro Sánchez hace un cuerpo a tierra.

La verdad es que no se puede ser más chapuzas, en este caso, poniendo en bandeja a la casa real de Marruecos, la exclusiva de la información, convirtiendo el Rey de Marruecos el escrito en un tratado internacional, sin tener en cuenta el calado económico y patriótico que el conflicto del Sáhara arrastra. Todo ello con un desprecio al pueblo Saharaui, con quien España continua teniendo una responsabilidad histórica.