Tribuna
Guernica 1937, Ucrania 2022
Diputat del PSC per Tarragona
El lunes 27 de abril de 1937 era día de mercado en Guernica. Precisamente por ello las calles del centro del pueblo estaban llenas de personas que compraban los productos de los campesinos de las villas circundantes. A las cuatro de la tarde se desencadenó el infierno. Durante tres horas oleadas de aviones nazis al servicio del ejército franquista se dedicaron, impunemente ya que la ciudad no contaba con ningún medio de defensa antiaérea, a bombardear y destruir la villa y asesinar a sus habitantes. Primero con bombas de impacto, luego con bombas incendiarias para ver su efecto sobre las casas destruidas. Al mismo tiempo los cazas fascistas efectuaban vuelos rasantes para ametrallar a las mujeres y a los niños que horrorizados intentaban huir del bombardeo hacías las colinas de las afueras.
Pablo Picasso, con su inmortal cuadro, denunció e inmortalizó el crimen para que nadie olvidara nunca la bestia negra del fascismo y de la barbarie. Pensaba justamente en ello cuando escuché, como diputado por Tarragona al Congreso, al presidente de Ucrania evocar el recuerdo de Guernica. Literalmente dijo, «estamos en abril de 2022, pero parece que estemos en abril de 2017 cuando todo el mundo conoció el nombre de una ciudad española, Guernica.»
Y tenía toda la razón. Justo cuando el presidente Zelenski estaba citando el crimen de Guernica me fijé en las caras hieráticas que aparecieron tanto en la bancada de los diputados del PP como, sobre todo, de Vox. Era evidente que Zelenski les acababa de atragantar el relato de un gobierno de España «amigo de los golpistas cómplices de Putin.» Hay que recordar que todavía hoy la extrema derecha de Vox considera que la dictadura fascista de Franco era «un gobierno mejor» que el ejecutivo actual, elegido por el pueblo en elecciones libres y democráticas. Así como suena, amigos y amigas.
En ese momento no se atrevieron a decir nada pero al día siguiente inundaron las redes indicando que el lapsus del presidente ucraniano era fruto «de su desconocimiento de la historia de España». ¡Increíble! Hay que tener cinismo para decir estas cosas, sí.
Pero si la actitud de la extrema derecha y los silencios cómplices del PP han levantado, con razón, la indignación general ha pasado más desapercibido el comportamiento de los dos diputados de la CUP que no se levantaron a aplaudir al presidente ucraniano y que vetaron una declaración unánime de todo el Congreso condenando la agresión de Putin. Con argumentos alambicados que vienen a decir que están en contra de la guerra pero que no pueden dar carta blanca a las víctimas del ataque o algo por el estilo, la verdad es que no se entiende muy bien.
Hay que recordar que la CUP defiende que nosotros vivimos en un «Estado autoritario que niega derechos y libertades» pero que, por poner solo un ejemplo, la Venezuela del señor Maduro es «una democracia social avanzada». ¿Y que ha dicho el señor Maduro al tener conocimiento del ataque de Putin contra el pueblo de Ucrania? Cito textualmente: «Quiero dar todo nuestro apoyo al presidente Putin y al pueblo ruso que lo único que han hecho es reaccionar a la agresión que viene de Occidente.» ¡Toma ya! Ni la gente de Vox supera estas cosas… ¿Y qué piensan de ello la buena de ERC y de Junts que se obstinan en considerar a la CUP como «socio prioritario» de y para todo? En fin.
El presidente Zelenski, al evocar el martirio de Guernica, hablaba de las bombas pero se olvidó de recordar otra similitud que comparte con la ciudad vasca. Cuando la prensa internacional se hizo eco de la masacre el aparato de propaganda franquista salió en tromba a decir que todo era un montaje de los republicanos que «habían incendiado la ciudad antes de retirarse de ella para culpar a los soldados de Franco que son incapaces de atentar contra la población civil.» Mentira, o fake news en el vocabulario digital actual. Y durante 40 años los supervivientes del crimen tuvieron que escuchar a los asesinos presentarse como víctimas de un supuesto montaje absolutamente falso.
Lo mismo ha hecho ahora Putin cuando la comunidad internacional ha reaccionado horrorizada ante las imágenes de la matanza en la ciudad de Bucha, con fotografías de civiles asesinados por las tropas rusas. También él habla de montaje de los ucranianos para justificar el crimen que ha desencadenado.
Y ante tanta barbarie, ante tanta cobardía, ante tanta doble moral, yo me quedo con el agradecimiento sincero del presidente Zelenski, tanto al pueblo de España como al gobierno democrático del presidente Pedro Sánchez, por el apoyo que estamos prestando a la ciudadanía de Ucrania. Sí señores de Vox, sí señores de la CUP, el apoyo que estamos prestando y que seguiremos prestando a los que son objeto de una agresión bárbara e injustificada como la que ahora hace 85 años devastó la ciudad de Guernica. Y lo seguiremos haciendo, con determinación y con firmeza, no tengan ni la más mínima duda de ello.