Como independentista con barba, libro de familia y la mili hecha, no debería decir esto, pero, señores, ya no sé dónde estoy. Si antes teníamos que averiguar si alguien era de los íberos o del Imperio, ahora la cosa se ha complicado porque debes saber también de qué tribu es: si de los Junts x Cat o de Esquerra Republicana de Catalunya.
No sufráis, he sido muy generoso haciéndole un tutorial. Resulta que tu mujer te presenta un jefe que tiene en el trabajo y, si te portas bien, incluso puede ficharte. Entonces, delante de un vermú, sale «el tema». Tú no piensas en otra cosa que no sea no cagarla. Las primeras palabras son las más peligrosas, así que debes ir con cuidado, como una extrema unción.
Lo primero que haces es hablar de Laura Borràs que, al ser la presidenta de todo un Parlamento, parece que no te mojes. Entonces es importante estudiar su expresión facial. Si es de disgusto, ni se te ocurra hablar de Torra, porque no sólo no te contratará, sino que dará una patada allí donde duele. En el momento que entre en la conversación sin insultar a nadie, sigue por el camino que has iniciado y sigue jugando a decir que el Molt Honorable President Carles Puigdemont actuó con inteligencia marchándose. Sobre todo, no te dejes ni una de las palabras del tratamiento protocolario, eso causa sensación, y estarás honrando a su líder.
Si, por el contrario, crees que cuando dices Borràs te mira a los ojos como si fuera Marty Feldman, cambia rápidamente. Un simple «el Tardà era un tipo entrañable», hará que te acerques desde la barrera, porque es lo que dicen de él en Madrid, incluso los del PP. Así ganarás tiempo para saber si debes profundizar o no, es decir, para ver si entrar a hablar de Rufian y las amplitudes de bases. Si hace mala cara a ambos casos, paga el vermut y huye: es Carrizosa.