Yo creo que tanto el hemiciclo como el prestigioso European Parliament deberían convertirse en salas de espectáculos, al estilo del Folies Bergère, porque creo que ganarían en credibilidad. Creo más en Margarita Robles vestida de Carmen Miranda, con una cesta de fruta en la cabeza y bailando el Chica Chica Boom Chic que en sus adivinanzas. «¿Qué debe hacer un estado cuando se le declaran?». Casarse, ministra, casarse.
Quienes parecían los payasos de la clase, al final, quizás sean los más serios. Creo que me entendéis, pero si sois de los que han estudiado al cien por cien en castellano, como una servidora, puede que necesitéis una ayuda. Antes teníamos políticos que parecían tener sensatez y después los que gritaban, los que tiraban bolas de papel a la cabeza de los compañeros -las preguntas parlamentarias-, insultaban y estaban a favor de hacer cualquier cosa, pero siempre debía ser de forma sucia o corrupta. Ahora, viendo el panorama, debes escoger entre una derecha corrupta, una izquierda que te espía y Eulogio, el portero de La Gran Familia, que hablaba mucho sin decir nada y en un lenguaje propio.
Sí, amigos, hay políticos que hablan con intención de no decir nada. Si mi abuela Mari Pepa, fan de Azaña (un cantante de su época) viera esto, se aficionaría a la droga, con 103, quiero decir el brandy no la edad.
A menudo me dicen que utilizo en mis artículos referentes muy antiguos que, por ejemplo, mi jefe no entendería. Por eso... Fe de erratas: cambie Eulogio por Mariano Ozores, Azaña por Pablo Iglesias, Folies Bergère por el Teatre Tarragona. Ah, La Gran Familia podéis dejarla como está pero, en vez de familia, poned «famiglia». ¿Qué? Carmen Miranda la puede cambiar por Yolanda. No, hombre, la vicepresidenta Díaz no, Yolanda Ramos. ¡Mira que sois malos!