Perdonad, pero este artículo estará lleno de «presuntos», porque no me gusta la serie Prison Break y en la máquina del Supremo no hay Cola-cao. Para no hacer esto muy largo, haremos como en los contratos, los «presuntos implicados» serán «en adelante, Ptos».
Viví unos meses en Andorra, pero no era para evadir dinero, y sólo soy culpable de extorsionar a un vendedor de los almacenes Pyrénées para que me bajara el precio de un mp3. Trabajaba en la tele de aquel país de quesos protocolarios y vivía en una habitación parecida a aquellas torres donde tienen secuestradas a las princesas, con doce ventanas y un jacuzzi. No penséis mal, sólo dormía, y no era una princesa.
Me parecía raro pasar semanas enteras allí, porque habitualmente vas a comprar un GPS, un spray de pimienta y una catana, y «pa bajo». ¿Recordáis aquellos nervios en la aduana? Y ese benemérito que te preguntaba: «¿Algo que declarar?». Que, seguro que, si dices que ya lo declaraste el 27 de octubre de 2017, la que te cae. De eso va lo de hoy: de esa frase tan manida de los aeropuertos y las fronteras, porque el Pto. Excelentísimo Señor Don Mariano Rajoy Brey tendrá algo a declarar como Pto. atacante de la soberanía andorrana, según el IDHA y el colectivo Drets. Que yo, cuando he leído esto de ataque a la soberanía he tenido un déjà-vu, como si hubiera oído alguna vez que lo decía un registrador de la propiedad.
Creo que «La Diligencia», que conduce la juez y que pretende trasladar a prisión a seis «ptos» cargos españoles, quedará sólo como una película de John Ford. El nombre de la magistrada andorrana, Stéphanie, va muy bien para el guion de una coproducción hispano-andorrana, porque más hispano que el apellido García sólo están las torrijas, presuntamente, claro.