Diari Més

Tribuna

Giro a la izquierda que adelanta la derecha

Exsenador y diputado

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Estos días, se ha celebrado el tan esperado debate de la nación que llevábamos siete años esperando, creo que la celebración del mismo, no responde a la voluntad de dar cumplimiento al debate en sí, más bien, el aprovechamiento político por parte de Pedro Sánchez de estirar la cabeza, dando señales de supervivencia, ante un país sumergido en un caos económico, con unos índices de empobrecimiento de la ciudadanía, precio del combustible, electricidad, cesta de la compra, etc. Es cierto que el diagnóstico de la crisis económica es global, pero no deja de ser también cierto que las terapias, corresponden en su gran mayoría a los gobiernos de los países afectados.

Sin olvidarnos de aquellas decisiones incomprensibles, no propias de un gobierno social comunista, como atajar la problemática del espionaje de software Pegasus, cesando a la directora del CNI, Paz Esteban, sin asumir ningún tipo responsabilidad política, cuando el propio Pedro Sánchez, fue espiado por el Reino de Marruecos, de aquí podría entenderse, el cambio abismal de pasar España a ser un fiel servidor de un país extranjero, justificando incluso la carga policial marroquí en la valla de Melilla, donde murieron 27 personas, como menos, despierta cierta curiosidad el conocer el contenido de las grabaciones. También las cesiones en cuanto al incremento en defensa, doblando el presupuesto e incrementado en la base de Rota los barcos destructores, justificando el hecho en la ayuda a Ucrania, cuando los suyos propios le acusan de apoyo a la OTAN y EEUU.

Estos temas fueron expuestos superficialmente, pero no debatidos en la profundidad que Unidas Podemos debería haber exigido, tratando de pasar de puntillas, para no demostrar ningún tipo de enfado y menos de reproches a Pedro Sánchez. Pero volviendo al oportunismo político que antes mencionaba, existen dos temas principales de interés, para que Pedro Sánchez aceptara el debate.El primero de ellos: la preocupación que despiertan los resultados en las urnas del centro-derecha del PP, que va ganando consecutivamente todas las elecciones que se van celebrando: Comunidad de Madrid 2021, a tan solo 4 escaños de la mayoría absoluta; Castilla y León, en pleno conflicto interno del PP, se ganan las elecciones y como broche final las elecciones del pasado junio en Andalucía, feudo del PSOE durante muchos años, gana el PP por mayoría absoluta. Si a los resultados antes mencionados, añadimos las últimas encuestas, todas ellas indican un extraordinario resultado a Alberto Núñez Feijóo.

El segundo tema, menos importante, pero no deja de ser preocupante para una persona con ambiciones de poder, como es el caso de Pedro Sánchez, el observar, como sus socios de gobierno, Unidas Podemos, están inmersos en capitalizar el espacio de la izquierda, con la única crítica que hacen al PSOE, eso sí, con la boca pequeña, de no tener información de los grandes acontecimientos políticos, incluso de las propuestas que llevaron al debate de nación. Da igual, ellos siguen aferrados en sus poltronas, conscientes de la rentabilidad política que les aporta, cuando no en lo personal.

El desmarque con Unidas Podemos de Yolanda Díaz, promoviendo un movimiento político que no partido político, conocido como sumar, que por lo que sabemos, se centra en el buenismo del sentimiento participativo de los ciudadanos en la política, que no respondiendo a un proyecto realista de gobierno. Es la izquierda simpática, amable, que escucha y dialoga, desde luego, esta actitud no le hace mucha gracia a Pedro Sánchez. En mi opinión personal, la puesta en escena de Yolanda Díaz, me recuerda la legendaria Evita Perón, con todo el respeto a Eva María Duarte.

Todo ello, provoca ese giro a la izquierda, como han titulado todos los medios de comunicación, presentando unas medidas económicas populistas, como la gratuidad de los trenes de cercanías, teniendo en cuenta la precariedad a fecha de hoy del servicio, todo ello por la falta de inversiones en la red ferroviaria, que sucederá al incrementar los pasajeros, cuando en la actualidad algún convoy de personas se encuentra abarrotado o las inversiones previstas que nunca llegan. Lo mencionado me recuerda, la gratuidad de las autopistas, que tantos conductores sufrimos cada día, con colas interminables o el preocupante incremento de accidentes, todo por una evidente falta previsión.

La izquierda nunca se entera o no se quiere enterar, que la gratuidad alguien la tiene que pagar y no se trata de subir impuestos, más bien, reduciendo ministerios, asesores, secretarías de estado, direcciones generales o cuando no, viajando en turista que no en un Falcón.

Lo expuesto justifica el oportunismo de Pedro Sánchez, por una parte, de capitalizar el espacio de la izquierda y la otra, que no es menos, el contentar a Unidas Podemos, para que le garanticen el agotar la legislatura, porque de convocar elecciones generales, hoy por hoy no tendría ninguna posibilidad de éxito, necesita llegar hasta el final del mandato y solo lo puede hacer teniendo contentos a sus colegas de viaje de Unidas Podemos. Mientras tanto, Pedro Sánchez, se encuentra sentado fijo al volante en su vehículo de la Moncloa, con la mirada fija en el retrovisor y el pie en el acelerador, no sea que en la próxima recta (elecciones) la derecha le vuelva a adelantar.

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