Laia se arregla el pisito

Que la CUP desde que llegó al gobierno municipal son la incoherencia echa persona, lo sabemos muchos y muchas. Ya hemos visto como la regidora de Cultura rechaza las ayudas de las químicas para las fiestas de Santa Tecla, pero se hace la foto bien sonriente con los carteles de todas ellas detrás, en vez de dimitir que es lo que deberían hacer. En fin, los antisistema gestionando el sistema. Pero todo esto ha ido un poco más allá. En el 2020, en otoño concretamente, Ricomà empezó a negociar los presupuestos de 2021 con la CUP y aprobaron una partida de 100.000 euros para cooperación, 75.000 euros de los cuales han ido a parar a una entidad que tiene fuertes vínculos con la CUP, con Laia Estrada entre otros miembros, y que además se fundó en mauo del 2021, es decir unos meses después de negociar los presupuestos. Además, la Generalitat que preside ERC le acaba de otorgar 200.000 euros más, vamos que se han llevado un buen pellizco.

Ya se sabe que esto de la ocupación está bien, pero una vez tocas las mieles del poder, pues como que prefieres el pisito arreglado y con vistas, como los que muchos antisistemas tienen en la Costa Brava, que lo de ser antisistema está muy bien, pero para el día a día, mejor vivir con todas las comodidades.

Pero volvamos a la subvención. La CUP tiene mucho morro si después de pasarse los mandatos del alcalde Ballesteros enviando temas a la fiscalía, que han acabado casi todos archivados, ahora otorgan una subvención a dedo sin despeinarse a entidades afines a la causa cupaire. Como regidora me miré todos los papeles en la época de Ballesteros y obviamente me los miro también ahora, sin ayuda de agentes externos que ahora miran hacia otro lado.

Ahora sabemos que la entidad beneficiaria de la subvención ha empezado las obras en un local, junto al resto de entidades. Unas entidades que sí nos merecen todo nuestro respeto, pero que a mi parecer, se les ha ofrecido estar dentro para lavar la cara y que no se notase cuál era realmente el objetivo de la subvención. Hay decenas de entidades que hace años que piden un local, otros reformas, pero está claro que si no eres amigo de la CUP o de la señora Estrada, difícilmente vas a poder conseguir el dinero.

Y es que la señora Estrada, ahora en el Parlament, podría haber negociado aquellos presupuestos y lo podría haber hecho a sabiendas de que tiene vínculos con una de las empresas beneficiarias de la subvención. A mí se me vienen algunas preguntas a la cabeza, de las cuales no tengo respuesta, ¿pidió la señora Estrada esta subvención en los presupuestos? ¿Lo hizo antes de dimitir como regidora? ¿Esto es la dedocracia que denunciaba en otro tiempo lay señora Estrada? ¿Es ético que ese dinero haya ido a parar a una entidad vinculada a la Estrada y a dos más vinculadas a ex regidores de Valls?

Deben saber quiénes han dado lecciones de ética desde hace años, que pensamos revisar hasta la última compa del expediente y su justificación, y si no nos convence, actuaremos en consecuencia.