Basta de limitar la movilidad y la libertad de los ciudadanos de Tarragona

Decía Napoleón que, si el enemigo se equivoca, no lo distraigas. En este caso, podríamos simplemente observar como el actual gobierno de Tarragona se queda atrapado en una espiral de reclamaciones más que legitimas por parte de la ciudadanía, y todo por su afán de recaudación insaciable, por mucho que lo nieguen ahora.

Sufrimos constantemente del alcalde y su gobierno (así como también de sus superiores en Madrid) homilías acerca de la atención y recursos que deben prestarse a los trabajadores, si bien en la práctica, al tratar cuestiones que sí que les afectan directamente a sus bolsillos, como son los parquímetros y las multas que de ellos se desprenden, no les tiembla el pulso para imponer estas condiciones que tanto daño hacen a la ciudad.

Así las cosas, y porque el pueblo se rebela ante lo injusto, empezamos a visualizar situaciones de coches aparcados en aceras y solares privados como así lo denuncian los vecinos de la zona, para evitar el castigo constante de los parquímetros. Todo esto genera una doble problemática: el caos, por un lado, de aquellos que rechazan ser expoliados sistemáticamente en su ciudad y, por otro lado, una creciente frustración, puesto que su ciudad cada vez se asemeja más a un infierno recaudatorio. Un ejemplo de todo esto es que los parquímetros ya fueron vandalizados el primer día.

Como viene siendo práctica habitual de este gobierno y específicamente en cualquier gestión de la EMT (que esto daría para otro artículo o más) se propone más y más gasto, empeorando así la asfixia impositiva que soporta la ciudadanía de Tarragona ahora mismo. Y esperen, hay que añadir que aún queda la aplicación de la famosa ZBE (Zona de Bajas Emisiones) a finales de año. Sí, esta ZBE que persigue y señala a la gente más humilde, aquellos que no pueden permitirse un vehículo de última generación. Todo esto aplicado por aquellos que afirman defender a los trabajadores y humildes, recuerden y no olviden.

Honestamente, no se espera una reflexión ni rectificación por parte del alcalde y su gobierno, sabemos que culparán a todos y a todo de sus desatinos. Desde el Partido Popular, siempre defenderemos un parquin municipal y zonas reguladas económicamente más accesibles, el mínimo imprescindible, ya que sin esta premisa no va a venir nadie de la provincia, y la ciudad solo seguirá acumulando persianas bajadas. Por último, suprimir el absurdo generado en esta nueva creación de zonas reguladas y aquellas que están proyectadas, por ser directamente como hemos dicho: un afán recaudatorio insaciable e injustificado.

Por todo esto, hay que decir basta de solucionar los errores de los gobernantes con más dinero y más recaudación, basta de mermar económicamente a los ciudadanos con multas y parquímetros. Basta de limitar la movilidad, el dinero y la libertad de los ciudadanos de Tarragona. Ya basta.