Una perra resulta herida al comer carne con alfileres en una plaza de Calafell

Indignación y preocupación al comprobar que no se trata de una leyenda urbana. Eso es lo que oye a Andrea García después de que su perra, una pastor alemán denominada Leyva, tuviera que ser intervenida de urgencia ayer después de tragarse unas salchichas llenas de alfileres que alguien había dejado en la vía pública, a la plaza del Milenario en Segur de Calafell.

Todo sucedió ayer, hacia a las doce y media del mediodía cuando su padre, Carlos García, fue a dar un paseo con la perra en la zona, a la plaza del Milenario.

«Mi padre estaba recogido los excrementos de la perra y, cuando se ha girado a depositar la bolsa, ha visto que la Leyva se estaba comiendo alguna cosa. Se lo ha querido quitar, pero se lo ha tragado», explicaba ayer Andrea García. Carlos García comprobó que había otros trozos de salchichas en el suelo y los removió para comprobar que no llevaban nada dentro. Entonces es cuando el hombre tuvo que salir corriendo para llevar la perra hacia el veterinario: dentro de cada trozo de carne había finos alfileres, que pueden ser letales en contacto con los órganos. Una vez en el veterinario, las placas dejaron al descubierto hasta cinco alfileres en el estómago de la Leyva.

«En el transcurso para hacerle una segunda placa, los alfileres ya iban de camino al intestino. El veterinario nos ha dicho que, de alguna manera, el hecho de que las alfileres estuvieran recubiertas todavía de la carne ha evitado que perforaran la pared estomacal de la Leiva de forma inmediata. Pero son letales y no tenemos que olvidar que estaban en el suelo, en escasos metros de un parque infantil, a 25 metros de la zona fitness de la plaza,» dice Andrea Garcia.

La Leyva se encuentra recuperándose en casa, pero su vida peligra todavía. «Tiene muchos dolores y hay posibilidades que no lo supere», dice Andrea García, quién hoy denunciará ante la policía y el Ayuntamiento su caso.