En Applus+ Idiada, la 'pista de fatiga' castiga a coches y a conductores

Hasta 19 denuncias se han presentado por parte de trabajadores a Inspección de Trabajo por las condiciones de trabajo que tienen que sufrir los pilotos probadores de vehículos en la denominada 'pista de fatiga' del circuito d'Applus+ Idiada en Santa Oliva, en el Baix Penedès. Y serán 20 las denuncias este miércoles cuando está prevista la visita de Inspección de Trabajo al circuito. Así lo ha anunciado la sección sindical de la UGT, que ha explicado que quiere aprovechar la visita para «volver a denunciar las carencias en materia laboral que sufren los 1.300 trabajadores y trabajadoras que operan en el circuito y otras instalaciones.»

Una de las reivindicaciones principales de la plantilla y que concentra parte de las quejas es la de las enfermedades originadas por la vibración que reciben los pilotos de los prototipos de coche que circulan por la pista de fatiga, donde se hacen los ensayos de los coches para valorar su durabilidad. Esta pista está formada por adoquines irregulares que permiten explorar los límites de estos vehículos durante la probatura de sus propiedades. Pero según señalan desde el sindicato «las mismas vibraciones que reciben los vehículos repercuten directamente en los pilotos probadores que los conducen».

Desde la UGT añaden que, en otras empresas automovilísticas, donde también se hacen estos tipos de ensayos, los riesgos laborales de la pista de fatiga se minimizan aplicando medidas correctoras. «Por ejemplo», añaden, «los pilotos conducen un día en la pista de fatiga y los dos días siguientes realizan otras tareas que no los someten a estas vibraciones. Y el día que trabajan en la pista de fatiga lo hacen en series de 45 minutos de conducción con descansos de una hora». Eso no tiene nada que ver con lo que se hace en el circuito Applus+ Idiada.

Según el sindicato, «desatendiendo las peticiones del comité», se obliga los conductores a ejecutar las pruebas durante siete días consecutivos, «que pueden llegar hasta seis horas de conducción diarias con intervalos de descanso». Las consecuencias de esta política laboral se han traducido, según fuentes sindicales, en el despido de ocho pilotos probadores en los últimos años, «despedidos objetivamente alegando baja productividad, cuando sencillamente las lesiones producidas en esta pista de fatiga les ha inhabilitado para ejercer su tarea profesional». UGT añade que también hay una quincena de trabajadores más que han sido rebajados por la misma razón de las tareas de la pista de fatiga.

De esta manera, desde el comité de empresa y la UGT de Cataluña se reclama que sea el INSS quien se encargue de hacer las mediciones para determinar cuáles son los protocolos de la prevención de riesgos laborales que hay que tener para evitar los efectos perversos de las vibraciones originadas en la pista de fatiga. El sindicato afirma que actualmente, desde hace cinco años, el sistema de mediciones es el que hizo la misma mutua de la empresa, «que es parte interesada».

Al mismo tiempo los trabajadores también reclaman que la Inspección de Trabajo obligue Applus+ Idiada a considerar las lesiones derivadas por las vibraciones producidas en la pista de fatiga como enfermedades laborales.