Más pasos de peatones y una nueva rotonda mejorará la seguridad en la C-31 en Cunit
El Ayuntamiento aplaude que el Gobierno asuma la reforma de la carretera pero sigue reclamando un desvío del tráfico
El Departamento de Territorio y Sostenibilidad ha presentado al Ayuntamiento de Cunit un estudio para mejorar la C-31 en su paso por el municipio, con una inversión presupuestada en 1,3 millones de euros (MEUR). La Generalitat propone la creación de más pasos de peatones, la mejora de los cruces actuales y la construcción de una nueva rotonda. El estudio también prevé reordenar la zona de aparcamiento, colocar reductores de velocidad y ampliar el carril bici. La previsión del Gobierno es encargar el proyecto constructivo este mismo 2017 y poder empezar las obras el año que viene.
El Ayuntamiento ha aplaudido la propuesta de la Generalitat para mejorar la seguridad, recordando que hace seis años que el municipio reclama estas medidas. Con todo, la alcaldesa Montserrat Carreras ha advertido que «es evidente que igualmente es necesaria una alternativa para sacar la intensidad de tráfico de Cunit» hacia la C-32 para reducir el riesgo de accidentes.
El estudio que ha presentado la Generalitat en el Ayuntamiento de Cunit y a una reducida representación de los vecinos –a pesar de ser convocadas todas las entidades, la respuesta ha sido escasa-, plantea una cuarentena de actuaciones a lo largo de los 2,5 kilómetros de la C-31 en su paso por el municipio. El objetivo, ha explicado al secretario de Infraestructuras y Movilidad, Ricard Font, es «pacificar» el tráfico y «dar mucha seguridad a los vecinos».
Font ha defendido que la C-31 hace falta que «responda a una estándares de calidad y seguridad mayores», y ha adelantado que habrá una segunda fase de esta reforma que se focalizará en el término municipal de Calafell, la cual se presentará próximamente en el gobierno municipal.
Entre las diferentes medidas previstas hoy por hoy en Cunit, destaca la construcción de una nueva rotonda en la calle Montblanc, la revisión de los cruces en las calles Ebre, Sorres, Figueres y Diagonal, y la mejora de la seguridad en los pasos de peatones. Al mismo tiempo, ha previsto reformar las aceras para hacerlas más accesibles e instalar más semáforos.
La voluntad de la Generalitat es que estas medidas ayuden a reducir la velocidad del tráfico de los casi 20.000 vehículos que diariamente utilizan la C-31, cruzando el municipio. Con una reducción de la velocidad, Cunit confía en que se reducirá el número de accidentes, que entre los años 2014 y 2015 superaron los noventa. Según datos facilitados por el Ayuntamiento, de los 91 accidentes contabilizados en estos dos años, 9 provocaron heridos de gravedad.
«Tenemos un problema de seguridad importante». Así ha resumido la alcaldesa Montserrat Carreras la situación que sufre la C-31, recordando que los últimos años se habían hecho «pequeñas mejoras» e insistiendo en que «hacía falta una solución global». Carreras confía en que las obras podrán empezar durante el 2018, tal como ha augurado Ricard Font durante la presentación del estudio.
A pesar de la satisfacción del gobierno, la alcaldesa también ha señalado que esta pacificación no para el reclamo del municipio para conseguir que se reduzca el tráfico, como se ha reivindicado en varias manifestaciones y cortes de carretera durante el último año. Montserrat Carreras ve las mejoras de seguridad como un nuevo paso para priorizar a los peatones y bicicletas y poder declarar, más adelante, la C-31 como travesía urbana, para que sea obligatorio tener una carretera alternativa.
Según la alcaldesa, el Departamento de Territorio sigue trabajando en la posibilidad de que se desvíe el tráfico por la C-32, dentro de la futura reforma del sistema de peajes, y ha asegurado que el municipio mantiene viva su reivindicación para conseguir que así se haga. «Necesitamos las dos cosas: que Cunit sea más seguro y que pasen menos coches», ha concluido.