El turismo sostenible, apuesta de futuro
Se imponen las actividades turísticas con un bajo impacto ambiental y que benefician agentes locales
El próximo 5 de noviembre se ha organizado en el Vendrell una salida micológica llamada ‘Conoce y aprende a fotografiar nuestras setas’. La propuesta consiste en un paseo por el Montmell y la Vall de Sant Marc de la mano de Ernest Gatell, experto en micología, y Jordi Brú, fotógrafo especializado en paisaje y flora. La idea es hacer un recorrido buscando las setas propias de la zona con el fin de identificarlas, catalogarlas y hacer fotografías. Ninguna tiene que acabar dentro de un cesto.
Esta actividad es una iniciativa de El Garrofer, una consultoría ambiental con sede en el Vendrell especializada en turismo sostenible, un tipo de turismo que tiene en cuenta y respeta las necesidades y características de los pueblos receptores. Así lo explica Mercè Jané, fundadora de El Garrofer: «el turismo sostenible quiere abrir la visión de las personas que nos visitan, dar a conocer la riqueza social, cultural y ambiental de manera que los beneficios de la presencia de los turistas recaigan también sobre los agentes locales».
El paradigma del turismo no sostenible, apunta Jané, es el turismo de sol y playa, porque va acompañado de una sobresaturación de la costa y el litoral, generando unos impactos muy negativos sobre el territorio. De esta manera, asegura a la bióloga, los agentes locales tienen menos ganancias y más contrapartidas negativas: «mayoritariamente el turismo de sol y playa está realizado por touroperadors que no son del territorio, y los beneficios económicos se van casi todos a fuera. En cambio, los operadores locales, además de recibir sólo una parte muy pequeña de estos ingresos, tienen que asumir muchas contrapartidas, como un impacto ambiental negativo. Al mismo tiempo, los espacios no se disfrutan de manera tranquila y respetuosa. En definitiva, no tienen beneficios directos de la presencia de estos turistas».
Es por eso que desde El Garrofer trabajan para ofrecer propuestas de ocio y descubrimiento que tengan un impacto directo positivo sobre el territorio. La salida micológica es un ejemplo, como también lo es la actividad Descobreix el Penedès con Un Sol Cel, que se hará el 29 de octubre y que consiste en una caminata por las viñas de Pere Lluch, propietario de la bodega Un Sol Cel, de Albinyana, y que trabaja con cepas muy antiguas siguiendo las pautas de la producción ecológica. En el paseo entre viñas los participantes podrán descubrir el patrimonio natural del lugar, así como las construcciones de piedra seca, y también hacer una cata de los vinos de la bodega.
«El turismo sostenible es una apuesta de futuro y la tendencia es ir para acá, pero todavía se tiene que trabajar mucho. En algunas zonas de Cataluña ya se han puesto, en el Penedès por ejemplo, con el enoturismo, ya se está haciendo mucho trabajo. En el Baix Penedès todavía hay mucho por hacer, el turismo de sol y playa hace tiempo que se está trabajando y ha tenido un gran éxito, pero pensamos que es importante desestacionalizarlo con el fin de tener un abanico más amplio de acción en las propuestas turísticas», concluye Mercè.