Detienen una pareja que hurtaba a turistas en las áreas de servicio de la C-25 y el AP-2
Se les relaciona con un robo en la Bisbal del Penedès
Los Mossos d'Esquadra detuvieron el 18 y el 20 de diciembre a una mujer y un hombre, de 37 y 45 años, de nacionalidades armenia y serbia y vecinos de Llinars del Vallès (Vallès Oriental), como presuntos miembros de una organización criminal que hurtaba a turistas en las áreas de servicio de las carreteras C-25 y AP-2. Todo después de que la policía detectara un aumento de este tipo de faltas en coches de turistas que circulaban por las vías mencionadas. Según la policía, a menudo los detenidos pinchaban una rueda al vehículo de la víctima y lo seguían hasta que el conductor se detenía en el arcén. Entonces aprovechaban para sustraer los objetos de dentro del coche. En otras ocasiones hacían indicaciones al conductor indicándole que sufría una avería para que se detuviera sin ni siquiera pinchar ninguna rueda, y una vez parada hacían ver que lo ayudaban para distraerlo y perperar el hurto.
Los Mossos también indican que a menudo los autores de los hurtos acostumbraban a cometer las acciones punibles contra personas extranjeras que muchas veces no hablaban el idioma y que acostumbraban a llevar grandes cantidades de dinero en metálico encima.
La policía recuerda que el julio pasado desarticularon un grupo criminal que cometía este tipo de delito. En aquel momento el juez prohibió a los detenidos acercarse a menos de 300 metros de la autopista AP-7 a su paso por Cataluña.
Ahora, los Mossos afirman que algunos de los autores de los hurtos en la C-25 y el AP-2 eran miembros de aquella red, que cambiaron las vías donde actuaban a raíz de la orden judicial. Se trata, dicen, de un grupo de tres personas, cada una con un rol determinado. Una hurtaba las pertenencias de las víctimas, la otra las distraía y la tercera alquilaba los vehículos que utilizaban para cometer los actos delictivos.
A los a dos detenidos hasta ahora se los relaciona, de momento, con cuatro hurtos, dos en Gurb (Osona), uno en Espinelves (Osona) y otro en la Bisbal del Penedès (Baix Penedès). Los objetos y dinero sustraído tienen un valor de cerca de 50.000 euros, indica la policía.
No se descarta implicarlos en más hurtos y se sigue buscando el último integrante de la organización criminal, aunque los Mossos sospechan que se ha marchado del Estado.
Los detenidos pasaron el 19 y el 20 de diciembre a disposición del juzgado de instrucción en funciones de guardia de Granollers, que decretó libertad con cargos para los dos.