Endesa avanza en el desmantelamiento de la térmica de Cubelles con el derribo de la chimenea previsto pasado el verano
La compañía descarta ahora el uso de helicóptero para desmontar la gran torre de hormigón, que prevé retirar mecánicamente
Endesa sigue avanzando en el desmantelamiento de la central térmica de Foix, en Cubelles (Garraf), que inició hace más de diez meses. Durante las últimas semanas, los trabajos se han centrado en el desmontaje de la estructura interior de la chimenea, los cuales se alargarán durante más de tres meses. Así, el desmontaje de la parte exterior está previsto que pueda empezar a partir de abril, mientras fuentes de Endesa han apuntado que queda descartado el uso de un helicóptero para la zona más elevada, a pesar de la dirección de la central térmica lo había anunciado meses atrás. Los últimos cálculos de Endesa son que pasado el verano habrá desaparecido la torre de más de 170 metros que ha identificado el litoral de Cubelles durante casi 40 años.
Los trabajos de desmantelamiento de la térmica empezaron técnicamente a finales de marzo del año pasado, si bien no fue hasta bien entrado en abril que se inició el derribo de las estructuras. Desde entonces, se está derribando la nave de turbinas y se afrontará también el desmantelamiento del centro de control y la caldera, a la vez que los próximos meses está previsto derribar las oficinas, el comedor, las naves, los talleres, almacenes y los depósitos de fuel de la zona de Mas Xinxola.
Una de las últimas tareas que ha empezado el equipo técnico es el desmontaje de la icónica chimenea, con el derribo de la estructura interior de ladrillos desde este mes de enero. Será a partir de abril cuando se aborde el desmontaje la torre exterior de hormigón, previsto de forma mecánica, con un derribo lento por motivos económicos y de seguridad.
De cara a una segunda fase de obras, Endesa prevé la demolición de las estructuras enterradas y la casa de bombas, mientras afronte la restitución del suelo para eliminar cualquier rastro de contaminación de la actividad que la central tuvo durante 34 años. En total, el desmantelamiento de la térmica preveía un calendario de dos años de obras y un presupuesto superior a los 4,7 MEUR.