La renuncia del PDeCAT desvanece el intento de formar gobierno alternativo
Los ediles independientes de la lista del PSC Rafel Gosàlvez y Camil·la Barnadas también se desvinculan
El intento de formar un gobierno alternativo y de izquierdas en el Vendrell y desbancar al alcalde socialista Martí Carnicer ha quedado totalmente desvanecido, al menos de momento, después de que hayan caído todas las fichas políticas necesarias para hacerlo posible.
La propuesta, liderada por Som Poble, ha sido rechazada por los tres concejales del PDeCAT –Eva Serramià, Ferran Trillas y Josep Mercadé- los cuales forman parte del ejecutivo de Carnicer. Josep Marrasé, concejal no adscrito que completa el gobierno en minoría del PSC, también ha aparcado este escenario que Som Poble dibujaba con el apoyo de ERC y Sí que es pot, pero también con los dos concejales independientes de la lista del PSC que forman parte del gobierno de Carnicer. Estos dos, Rafel Gosálvez y Camil·la Barnadas, han aparcado públicamente también la posibilidad de una alianza para formar un gobierno alternativo. «Hemos decidido no participar en un proyecto en el cual se tiene claro qué se quiere destruir, pero no se sabe exactamente qué se quiere construir. Tenemos la impresión que se quiere aprovechar una coyuntura política supramunicipal para unir grupos municipales que no se pudieron poner de acuerdo al inicio de mandato», argumentan mediante un comunicado. Por su parte, los concejales del PDeCAT justificaban su renuncia por el abandono de las negociaciones de estos dos ediles independientes. Para formar un gobierno alternativo en el Vendrell, recordaban, se necesitan once concejales.
El grupo municipal de ERC en el Vendrell afirmaba ayer que continuaría con las negociaciones a fin de que «todo quede sólo en un brindis al sol».
Por su parte, Rubén Suan, concejal del grupo municipal de Som Poble se mostraba ayer decepcionado porque la propuesta no ha prosperado, al menos de momento. «Lo que planteábamos es que el PDeCAT rompiera el pacto de gobierno con los socialistas e intentar un gobierno alternativo. Carnicer quedaría así con sólo cinco concejales y, como siempre ha defendido que es un demócrata, habría dado un paso atrás para dejar gobernar otros a través de un pleno de investidura», decía. «Tenemos la sensación que todo el mundo, todos los grupos municipales, están pensando en las elecciones municipales y ahora no quieren tomar este tipo de decisiones», finalizaba.