Diari Més

Los comerciantes de la playa de Segur dicen que los nuevos aparcamientos de zona naranja les hacen caer las ventas

El alcalde niega cualquier impacto negativo y asegura que hay una caída «generalizada» del turismo

Una calle del barrio de la playa del núcleo en Segur de Calafell con plazas de aparcamiento de zona naranja.

Los comerciantes de la playa a buen seguro dicen que los nuevos aparcamientos de zona naranja les hacen caer las ventasACN

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La Associación de Comerciants Segur Platja, en Segur de Calafell, denuncia públicamente que los nuevos aparcamientos regulados como zona naranja a una decena de calles del barrio los está provocando una pérdida de clientes y una bajada de las ventas. Después de un primer mes de funcionamiento de la prueba piloto iniciada el 1 de julio, los tenderos aseguran que están siendo «perjudicados» porque buena parte de los clientes que hacían la compra aprovechando que iban a la playa ahora prefieren ir al pueblo vecino de Cunit porque allí el aparcamiento es gratuito. Desde el Ayuntamiento, sin embargo, el alcalde Ramon Ferré rebate estas críticas asegurando que los comerciantes «confunden» un supuesto efecto negativo de la zona naranja con una caída «generalizada» del turismo.

«Las calles están vacías». Es la denuncia que hace el secretario de la Asociación de Comerciantes Seguro Playa, David Tobes, sobre el efecto que está teniendo en el barrio la prueba piloto para instaurar aparcamientos de pago a través del método zona naranja. «La facturación que hacemos entre junio y septiembre representa el 60% de todo el año, y con la zona naranja nos están reduciendo los beneficios que necesitamos para poder superar todo el invierno», se exclama.

Con el nuevo sistema de aparcamiento regulado, el Ayuntamiento sólo permite dejar el coche en la calle gratuitamente a los vecinos que no tienen plaza de parking privada. Según el alcalde, la intención es resolver el «caos» que había en el barrio, con coches aparcados sistemáticamente sobre las aceras. Ramon Ferré añade que buena parte del desorden estaba provocado por los vecinos y veraneantes que no utilizaban las plazas de parking privadas y se habían «malacostumbrado» a aparcar en la calle.

Con el nuevo sistema, si los propietarios de parking quieren dejar el coche en el exterior, tienen que pagar. Si se trata de personas empadronadas en el pueblo, el precio del tique está bonificado, mientras que los veraneantes no tienen acceso a ningún descuento. «La bonificación es para los empadronados, que son los que tienen derecho a beneficiarse de las subvenciones que Calafell recibe del estado español», justifica al alcalde.

Los tenderos reclaman una revisión

Los comerciantes, sin embargo, dicen que el orden que buscaba el Ayuntamiento ha acabado jugando a la contra para los negocios del barrio. David Tobes acepta que la zona naranja ha conseguido que los vecinos «incívicos» utilicen los parkings privados para dejar espacio a otros vehículos, pero asegura que también se ha echado a los visitantes, que recelan de tener que pagar para aparcar y prefieren ir hasta Cunit para poder dejar el coche gratis en la calle. Tobes se refiere así tanto a los bañistas que antes iban a Segur a pasar el día como los familiares y amigos que visitaban a los veraneantes de la zona, asegurando que estas estancias se han reducido por culpa de la zona naranja.

Al mismo tiempo, el secretario de la Associació de Comerciants Segur Platja cree que tampoco se ha conseguido el segundo objetivo que había anunciado el consistorio: garantizar la rotación de vehículos. «Aquel veraneante que no tenga parking y quiera quedarse una semana, pagará la zona naranja y ya no lo moverá porque, sino, perderá el tique», afirma, visiblemente decepcionado, recordando que el nuevo sistema permite estacionar con abonos de hasta una semana. Por todo ello, los tenderos piden al consistorio que reconsidere la prueba piloto desplegada este verano y escuche los «perjuicios» que están sufriendo los comercios.

Satisfacción del alcalde por el uso de los parkings privados

Desde el gobierno, sin embargo, el alcalde responde las críticas defendiendo que la nueva zona naranja de las calles que desembocan en la playa en Segur está siendo beneficiosa para los vecinos, que garantiza que están «encantados». «Hasta ahora, muchos visitantes de segunda residencia dejaban el coche en la calle todo el verano y los vecinos no tenían lugar para aparcar, ni a tampoco los visitantes. En cambio ahora, los garajes están llenos y ha facilitado para encontrar sitio», sostiene Ramon Ferré, que niega que se esté echando a los clientes de los comercios del barrio. Justo al contrario, insiste en que antes «mucha gente» se acababa marchando a Cunit porque desistía de poder encontrar aparcamiento en Segur.

En este sentido, el alcalde asegura que la bajada de gente en la zona marítima a Seguro de Calafell no es culpa de la zona naranja, sino de una caída transversal del turismo. «No está siendo un buen verano», afirma, añadiendo que durante todo el mes de julio los diferentes núcleos que conforman Calafell han notado un frenazo en la llegada de turistas. «Muchos empresarios me han dicho que tienen la sensación que todavía no haya empezado la temporada de verano», apunta, confiando en que la situación remontará este agosto.

La ampliación, pendiente de las primeras conclusiones

Ferré declina hacer ninguna valoración del primer mes de funcionamiento de la prueba piloto de la zona naranja, aduciendo precisamente a esta poca afluencia de visitantes que insiste en que se ha registrado durante julio. Así, dice que será a septiembre cuando el gobierno valore si las máquinas volverán a funcionar el verano que viene o si se ampliarán las calles con aparcamiento regulado. Según el alcalde, algunos vecinos de las calles situadas a tercera línea de mar están recogiendo firmas para pedir que también se instaure el aparcamiento naranja en su zona por tal «de arreglar» los vehículos que están en la calle a pesar de podrían estar guardados en los garajes particulares.

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