VEcinal
Recogen firmas contra la caza en el espacio por donde transcurre la vía verde del Vendrell
Vecinos de la zona de Sant Salvador y Coma-ruga despiertan por los tiros de los cazadores de buena mañana
«Tenemos un apartamento a Coma-ruga y, este verano, a las seis de la mañana, nos despertaban los tiros de los cazadores. Pedimos información y nos dijeron que era periodo de media veda. Sin embargo, ha llegado en octubre y, algunos días, también se oyen los tiros de las escopetas». Esta es la queja de Maria del Mar Alonso, propietaria en la zona e impulsora de una recogida de firmas contra la zona de caza permitida en los terrenos entre los barrios de playa y el Vendrell, lo que técnicamente se conoce como área privada de caza Vendrell-Albinyana, que ocupa una superficie de 3.853 hectáreas.
Aunque la queja no es nueva en los núcleos de playa y la actividad es legal, algunos vecinos de la zona alertan de la peligrosidad que supone que los cazadores disparen tan cerca de la vía verde, un camino transitado por familias, caminantes, ciclistas y deportistas en general. «Se trata de la seguridad de las personas. Nos hemos quejado al Ayuntamiento del Vendrell y el consistorio afirma que es competencia del Departamento de Agricultura. Finalmente, hemos presentado una queja ante el Síndic de Greuges», dice la vecina.
Maria del Mar Alonso afirma que, este verano, los tiros se oían no sólo desde los barrios de playa y cerca de las viviendas, sino también desde el Vendrell.
Según el departamento de Agricultura, a raíz de las quejas de los vecinos de Sant Salvador, «hay que decir que el cuerpo de Agentes Rurales del Área Básica del Baix Penedès se personó en el lugar de los hechos y comprobó como los cazadores estaban cazando dentro de los límites de su área privada de caza y a una distancia correcta de las viviendas, tal como marca la legislación vigente». Según el Departamento de Agricultura, este verano, había establecidos unos días hábiles que denominan como media veda para la caza de determinadas especies como la paloma roquera, la urraca y el estornino pinto, entre otros. Estos días fueron el 19 y el 26 de agosto y el 2 y el 9 de septiembre y el espacio comprara entre el Vendrell y Coma-ruga son terrenos cinegéticos de régimen especial donde la actividad está permitida.
«En esta zona hay viviendas y transcurre la vía verde. Pero, a estas alturas, no nos atrevamos a pasear con los chiquillos por la zona, porque aún se oyen tiros muy cerca, aunque disparen dentro de los parámetros establecidos de distancia hacia las casas o la vía verde. No se trata sólo de las molestias de tener que despertar con los tiros, sino que por la inseguridad que provoca la caza por un espacio tan transitado», añade a la vecina.
Más allá de los periodos de media veda, la actividad de caza continúa en la zona al estar dentro del periodo general permitido para la caza menor.