Penedès
Desarticulan una banda dedicada al robo de mercancías de camiones en la AP-7
Se han detenido 23 personas y se han recuperado mercancías robadas por valor de 550.000 euros
Los Mossos d'Esquadra han detenido a 23 personas de un mismo clan familiar y han desarticulado una banda dedicada al robo de mercancías de camiones. Actuaban cuando los camiones estaban aparcados en áreas de servicio de la AP-7. Se han recuperado mercancías robadas por valor de 550.000 euros, pero se calcula que han sustraído más de 1,6 MEUR. Los seis principales integrantes de la organización han ingresado en prisión preventiva. La investigación empezó a finales del mes de mayo, cuando los Mossos detectaron un considerable aumento de los robos en camiones a partir de un mismo patrón delictivo en áreas de descanso y servicio de la AP-7, la mayoría concentrados entre el área de servicio del Penedès y la de Montseny.
Los detenidos son 18 hombres y 5 mujeres, de nacionalidad española y de edades entre los 21 y los 49 años. Se les atribuyen 15 robos con fuerza en interior de vehículo y 3 robos con intimidación. Se trata de un clan familiar liderado por un matrimonio ubicado en Barcelona, en el distrito de Sant Martí. La mayoría de sus integrantes eran personas con varios antecedentes –más de 300 entre todos- por delitos contra el patrimonio.
En todos los casos los ladrones habían utilizado el método conocido como «teloneros». Durante la noche, una parte del grupo se desplazaba en vehículo hasta las áreas de descanso y servicio donde estacionan los camiones de mercancías y cortaban las lonas de los camiones para comprobar el contenido de la carga.
Una vez localizaban una carga de su interés, dejaban a una persona en el lugar para vigilar la zona y activaban los vehículos de carga, normalmente furgonetas. Cuando las furgonetas llegaban a la zona, el grupo volvía a constatar que no había presencia policial y forzaban la puerta de la zona de carga de los camiones para descargar la mercancía escogida. La operación de vaciado no duraba más de diez minutos.
Aunque se limitaban a forzar los vehículos, no dudaban a intimidar y utilizar la violencia sobre los camioneros en caso de que estos bajaran de la cabina para comprobar qué sucedía.
Posteriormente transportaban la mercancía, entre grandes medidas de seguridad, a casas o locales de la organización, donde se quedaba hasta que se vendía. El grupo disponía de un importante entramado de personas que les permitía vender el material sustraído de una forma muy ágil, en algún caso en menos de doce horas se habían deshecho de partidas enteras.
Principalmente seleccionaban transportes de ropa y zapatos, electrónica (televisores, ordenadores, tarjetas de memorias u otros consumibles) y alcohol. En algún caso habían llegado a robar material para lampistería o alimentación. Gran parte de los transportes asaltados tenían destino fuera del Estado, hecho que dificultaba a los investigadores la localización y seguimiento de los hechos.
Los investigadores también constataron que el grupo tomaba muchas medidas para evitar la acción policial. Incluso utilizaban vehículos a nombre de testaferros que habían adquirido con documentación falsificada, y así evitaban que la policía pudiera relacionarlos con sus integrantes.
Capacidad logística importante
La banda tenía una capacidad logística muy importante, en una noche podían llegar a comprobar la carga de 40 camiones y en alguna ocasión habían llegado a movilizar hasta tres furgonetas de gran capacidad para maximizar las cargas de los robos.
El 12 de noviembre se montó un operativo policial que permitió detener 18 miembros del grupo, y registrar los domicilios que los detenidos tenían en Barcelona, Sant Adrià de Besòs, Badalona, Terrassa, Mataró y Sant Fost de Campsentelles.
En los domicilios los agentes intervinieron siete vehículos, entre los cuales había uno valorado en más de 100.000 euros, 26.500 euros en efectivo y gran cantidad de material e indicios de la actividad delictiva del grupo.
También se desmantelaron dos plantaciones de marihuana, con un total de 500 plantas con un valor en el mercado ilegal de más de 200.000 euros. Las tenían dos de los arrestados en sus domicilios de Terrassa y en el barrio de la Trinitat Nova de Barcelona.
Seis de los arrestados, los principales líderes del entramado criminal, ingresaron en la prisión después de pasar a disposición judicial. El resto quedaron en libertad con cargos. La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.