Judicial
Condenado a 15 meses de prisión un vecino de Cunit por haber retenido y maltratado a su pareja
El hombre, que tenía una orden de alejamiento, también amenazó de muerte a la mujer
Ella negó que le hubiera sido infiel, pero él persistió. El hombre le revisó todo el contenido del móvil, tanto de fotos como mensajes, a pesar de que ella le pedía que no lo hiciera. Durante todo el día no le dejó contestar ninguna llamada excepto una, de una amiga, si bien la mantuvo amenazada para qué no explicara que estaba retenida.
El juez remarca que el hombre mantuvo a la mujer atemorizada con la navaja todo el día, «con actitud amenazante», hasta que a media tarde ella intentó sacar la barra que bloqueaba la puerta. El hombre, sin embargo, la empujó para impedirlo, la cogió del cuello y le advirtió que la mataría a ella y alos hijos si se ponía a gritar.
Según recoge la sentencia, una vez llegada la noche, el hombre ordenó a la mujer que llevara a dormir a la habitación a los dos hijos mayores, mientras el tercer niño dormía en el comedor. En aquel instante, dio una bofetada a la mujer y siguió exigiéndole que confesara que había estado con otra persona. Ante la negativa, siguió golpeándola, la cogió del cuello con las dos manos y la empujó contra la pared.
El juez apunta que el hombre le lanzó constantemente frases como «dime que me hasengañado con otro, confiesalo oos saco uno a uno y os mato» o «si me dices que me hasengañado, yo cojo la puerta y me voy». Ante las amenazas, el magistrado relata que ella asumió la infidelidad «con el objetivo que detuviera la agresión». Al día siguiente, el condenado devolvió el teléfono a la mujer y se marcharon del apartamento.
Un segundo episodio enSegurde Calafell
El 3 de mayo del 2019 el juez dictaba una segunda orden de alejamiento. A pesar de ello, a principios de junio el hombre llamó a la mujer y quedaron enSegurde Calafell para queél viera a los hijos. Durante el encuentro, la convenció para el que los cinco fueran a pasar la noche en un hotel. Una vez alojados, al día siguiente a primera hora de la mañana, la mujer vio cómo él le estaba manipulando el teléfono sin permiso. El hombre le dijo que le había descubierto la infidelidad y se puso verbalmente agresivo.
El condenado cogió un cuchillo de cocina de más de 10 centímetros y le propinó un puñetazo a la mujer, mientras daba vueltas por la habitación «en estado de agresividad y muy nervioso» insistiendo en querer saber quien era la persona con le había sido infiel. Mientras tanto, la madre de ella le llamaba varias veces, momento en que él le envió unos mensajes escritos haciéndose pasar por la mujer. Seguidamente, se sentó en el sofá con los tres hijos mientras la seguía amenazando.
Al cabo de unas horas, recoge la sentencia, la madre de ella y el director del hotel accedieron a la habitación utilizando una llave de recambio. Al verlos entrar, el condenado se abalanzó contra la ex suegra y la empezó a empujar, mientras le dio un puñetazo al director del hotel, que huyó pidiendo ayuda para avisar a la policía.
El condenado lo persiguió, de manera que la ex suegra aprovechó para entrar en el apartamento y cerró la puerta. El hombre, sin embargo, volvió y entró a la fuerza, amenazando de muerte a la mujer y su madre. En medio de las amenazas, aparecieron varios clientes y personal del establecimiento y lo retuvieron.
El hombre aceptó salir del hotel, si bien en el momento de llegar a la calle se enfrentó con el director y su hijo. En medio de la disputa, sin embargo, llegó la Policía Local de Calafell, que tuvo que perseguir al hombre, ya que había intentado huir deprisa. Cuando lo detuvieron, se enfrentó con los agentes y los golpeó varias veces.
Perdonado por la víctima y condenado por la justicia
El juez puntualiza que el hombre es toxicómano consumidor adicto a la cocaína de larga evolución, y señala que el día de los hechos tenía sus facultades cognitivo-volitivas «gravemente afectadas». Dos días después de la detención, ingresó en prisión de forma cautelar, mientras la mujer le concedió el perdón expreso.
El pasado mes de febrero, la defensa del acusado y el Ministerio Fiscal acordaron la condena. Así, la Audiencia de Tarragona lo considera autor de un delito continuado de ruptura de la medida cautelar por haber incumplido el distanciamiento con su mujer, un delito de detención ilegal y dos delitos de maltrato.
Por el primero, le impone una pena de 3 meses de prisión y 3 meses de internamiento en un centro de desintoxicación-, por la detención ilegal lo condena a 9 meses y 1 día de prisión –y el mismo periodo de internamiento- además de la prohibición de acercarse a la mujer a menos de un kilómetro durante un año y 9 meses. Por el maltrato le impone 40 días de trabajos comunitarios y un año de alejamiento.
El juez también condena al hombre a un delito leve de maltrato sin obra, con una multa de 24 euros; un delito de atentado a agentes de la autoridad, con tres meses de prisión; y dos delitos leves de lesiones, con una multa de 48 euros.
Al mismo tiempo, lo obliga a pagar 1.080 y 1.500 euros de indemnización a los dos agentes de la Policía Local de Calafell a quien hirió cuándo intentaba evitar la detención, y también lo insta a abonar casi 40 euros a los propietarios del hotel enSegurpor los desperfectos ocasionados.