Los hurtos con el método Teletubbie se disparan después del confinamiento

Los robos mediante el método Teletubbie o Mimosas se han incrementado de una forma muy notoria después del confinamiento. Así lo explica a Diari Més el sub-jefe del Área Básica Policial del Baix Penedès, Robert Perlado, quien detalla de qué se trata este tipo de robo, cómo se produce, cuáles son las víctimas potenciales y qué se puede hacer para intentar evitarlo.

«Se llama método Teletubbie o Mimosa porque las delincuentes, que son casi siempre mujeres, se acercan de forma cariñosa a la víctima», detalla el sub-jefe. De hecho, hay que recordar que los Teletubbies es aquella serie infantil de televisión en la cual, constantemente, decían los unos a los otros: «Dame un abrazo!». De aquí, el nombre de la tipología del robo.

Perlado sigue explicando que «se acercan a las víctimas engañándolas, los dicen que son familia suya o conocidos». Cuándo están cerca y «aprovechando el momento del contacto, de manera muy leve les roban las cadenas que llevan colgadas en el cuello y también relojes». Se trata de movimientos muy bien pensados y entrenados que, en la gran mayor parte de las ocasiones, acaban con éxito por parte de los delincuentes. Así, se hacen con un botín que, después, aunque sea de forma ilegal, acaban vendiendo. Los robos de joyas con esta tipología de actuación han sido bastante frecuentes en los últimos años y, según apunta Perlado, «se han incrementado mucho desde que finalizó el confinamiento». De hecho, según el mossso, «durante los tres meses de confinamiento no ha habido ningún hecho penal relacionado con el robo mediante el método Teletubbie. Los robos a personas mayores en el área del Penedès han sido nulos durante el mencionado confinamiento, pero ahora se han reactivado, y con mucha fuerza».

Perlado detalla que son un tipo de robos que «se realizan básicamente en verano, donde la gente expone más sus joyas, mientras que en invierno, como vamos más abrigados, es mucho más complicado que se produzcan estos tipos de delitos».

La forma de robar las cadenas de oro es más obvia que la de los relojes. «Primero, la chica se acerca a la víctima, le abraza, le pasa la mano por el cuello y le coge la joya desatándola», explica el mosso. ¿Pero cómo lo hacen con los relojes? Según Perlado, «se trata de un modus operandi mucho más sofisticado. Hacen un trabajo previo de estudio de la víctima, que tiene que ser una persona mayor y que lleve un tipo de reloj que se pueda sustraer haciendo un click». O sea, que tendría que ser de un material que no fuera piel o plástico, por ejemplo. El mosso sigue explicando que «tienen varias maneras de acercarse a la víctima. Les pueden preguntar por la dirección de un hospital o similar y, en el momento en el cual la víctima responde, el delincuente se le acerca y, también abrazándolo, le coge el reloj».

Los consejos de los Mossos

Evitar al cien por cien estos robos o hurtos es muy complicado. Lo que sí que pueden detallar los Mossos es cómo se puede prevenir que pase. «No se tiene que ir a la playa con joyas, ni exhibir objetos de valor cuando una persona vaya sola», detalla el policía, añadiendo que «tenemos que ser un poco desconfiados ya que, cuando hay un acercamiento físico, tenemos que pedir la distancia. Ahora, lo tenemos mejor con las medidas por el coronavirus y, sobre todo, no tenemos que permitir que ningún desconocido nos abrace», dice el sub-jefe.

Normalmente, este tipo de delincuentes no actúa solo. «Son grupos de dos o tres personas. Como mínimo, una mujer que va a hacer el abrazo y un hombre que la espera en el coche», dice Robert Perlado, a quién avisa de que, «al tratarse de un hurto, si no hay violencia las penas van de seis a dieciocho meses, pero ellos ya saben que no tienen que actuar con violencia. Acostumbran a ser gente con muchos antecedentes». Cuando tienen el botín, «lo funden o lo ponen en venta fuera del territorio», con lo que la joya no acostumbra a volver al propietario.