Una exposición recuerda el proyecto frustrado del Vendrell para acoger la Fundació Miró
La muestra rememora la amistad entre el pintor, Joan Perucho y Apel·les Fenosa
Abrir la Fundacióen el Vendrell fue una propuesta que cogía forma poco a poco, hasta el punto que Coll y Perucho se trasladaron a Palma, en Mallorca, para reunirse con Joan Miró. A pesar de tener el aval del pintor, sin embargo, la iniciativa se encalló en el momento que el Ayuntamiento calculó el dinero que tenía que invertir. Toda una quimera que, al mismo tiempo, chocaba con una alternativa para depositar el legado de Miró enBarcelona, con un proyecto que impulsaba el promotor artístico Joan Prats.
A nivel económico, Pascual señala que el Ayuntamiento de Barcelona acabó destinando 50 millones de pesetas a hacer realidad la FundacióMiró. «Era un nivel de gasto muy superior a todo el presupuesto municipal que tenía el Vendrell», lamenta Pascual. Respecto a la alternativa de Prats, el comisario de la exposición asume que el proyecto barcelonés en Montjuïc era más atractivo: «A Miró le horrorizaba el concepto de un museo convencional, y quería que su obra estuviera en un lugar vivo, donde se hicieran manifestaciones artísticas de todo tipo».
Todo el relato de aquellas negociaciones frustradas se puede recurrir y recordar ahora enla FundacióApel·les Fenosa con una muestra que constata que el proyecto de la FundacióMiró en el Vendrell «fue del todo plausible». Pascual insiste en que «en ningún momento se hicieron volar palomas» cuando se planteó instaurar el legado del pintor barcelonés en el Baix Penedès. «No era un proyecto sin ninguna posibilidad ni fundamentos», remarca.
Decenas de grabados, fotografías, cuadros, esculturas y otros elementos artísticos repasan aquel proyecto y recuerdan la amistad que unía a Perucho yMiró, así como también el nexo con Apel·les Fenosa, ya que el escultor fue determinante en el vínculo que sus compañeros establecieron con el Baix Penedès.
Pascual celebra que los actos del Año Perucho hayan sido el «pretexto perfecto» para recuperar una historia desconocida por muchos vendrellenses. Especialmente, aplaude la ocasión para dar a conocer los vínculos que el escritor y crítico de arte tenía con el Campde Tarragona, así como la oportunidad para difundir sus obras. El relato de aquel proyecto frustrado quedará también recogido en una publicación editada coincidiendo con la exposición.