Policial
Una fiesta ilegal reúne a un millar de personas en un descampado del Montmell
Los Mossos han controlado el acceso para evitar que llegara más gente
Una fiesta ilegal se ha celebrado desde la pasada madrugada del sábado hasta el domingo en un descampado del Montmell. Según ha podido saber ACN, en torno a un millar de personas se reunieron para celebrar larave desde la noche del sábado. Los Mossos recibieron un aviso hacia las 6.00 de la mañana y poco después controlaron los accesos para que no entrara más gente y poder evitar que los que salían cogieran vehículos si no estaban en condiciones de conducir. Los agentes, que no tenían intención de desalojar el espacio, del tamaño de un campo de fútbol, controlaron el entorno con una quincena de dotaciones.
La fiesta, convocada a través de las redes sociales, se bautizó como Carnival y muchos de los asistentes lucían disfraces. La mayoría de vehículos que se han reunido en el descampado ubicado en la Vall de Sant Marc tenían matrículas españolas, aunque también había algunas internacionales, sobre todo francesas. El espacio estaba acondicionado con carpas con una barra para comprar bebida y comida, un espacio para objetos perdidos y un escenario desde donde se llevaban a cabo actuaciones de dj's.
Algunos de los asistentes, como es el caso de Willy, Marta y el Marco, vinieron desde Girona después de enterarse a través de las redes de la existencia de larave. Llegaron hacia las cinco y media de la madrugada, momento en que aseguraban, el control policial era más severo. «La pandemia ha condicionado el número deraves de estos últimos años, esta es una de las mayores celebradas últimamente en la provincia de Tarragona», apuntó a ACN una de las asistentes. Después de horas de fiesta, decidieron volver hacia casa ya que este lunes trabajan. Algunos de los participantes empezaron a retirar, aunque solo una minoría. Mientras que unos lo hacían a pie a través de caminos secundarios, otros volvían a casa con sus vehículos por vías alternativas tratando de esquivar los controles policiales. El descampado donde se ubicaba la fiesta es de difícil acceso y está alejado del núcleo urbano del Montmell, a unos veinte minutos del pueblo.
En torno al escenario y la carpa, los participantes instalaron varias tiendas de campaña para pasar el rato. La organización también contaba con generadores electrógenos para los equipos de sonido e iluminación.