Diari Més

Sociedad

Vecinos y comerciantes se oponen al nuevo Plan de Movilidad del casco antiguo de Calafell

Están recogiendo firmas y han convocado tres manifestaciones semanales para hacer sentir su malestar

Una pancarta contra el Plan de Movilidad de Calafell Poble.

Vecinos y comerciantes se oponen al nuevo Plan de Movilidad del casco antiguo de CalafellACN

Publicado por

Creado:

Actualizado:

Vecinos y comerciantes del casco antiguo de Calafell Poble rehúsan la reciente implantación del nuevo Plan de Movilidad. Las restricciones de tráfico y los cambios de sentido de circulación en varias calles han enervado parte de la población, que se ha movilizado recogiendo firmas. Llevan más de 2.000, en un núcleo donde hay empadronadas cerca de 7.000 personas. «Estamos de acuerdo en mejorar la movilidad, pero ahora están impidiendo la entrada al pueblo», se queja a ACN el portavoz del movimiento vecinal, Joan Sevé, que reprocha al consistorio una falta de participación ciudadana a la hora de decidir los cambios. El gobierno, sin embargo, asegura que vecinos y comerciantes «han tenido la oportunidad» de participar, y sostiene que hay que pacificar las calles para mejorar la seguridad.

Desde que a mediados de abril se desplegó el grueso del nuevo Plan de Movilidad en Calafell Poble, en el casco antiguo hay proliferado varias pancartas en contra. El malestar radica sobre todo en los cambios en las dos arterias principales: la calle de Mar y la calle de Jesús. Son dos vías que los últimos años se han reformado para quitar las aceras y ahora se ha reformulado el sentido de la circulación para reducir el paso de vehículos.

«Los cambios hacen que el tráfico de medio pueblo se acumule en una sola calle», protesta Sevé, que lamenta que el acceso a los equipamientos y los aparcamientos «es mucho más complicado de lo que tendría que ser». «Hay vecinos que se encuentran con la obligación de hacer el triple de recorrido para poder ir a comprar», explica, advirtiendo que hay negocios que han visto bajar a la clientela. Pone como ejemplo el estanco o la carnicería.

El portavoz vecinal y de los comercios también asegura que las quejas se han multiplicado entre los proveedores. En su caso, tiene una cafetería en la plaza Catalunya, junto al ayuntamiento. Asegura que los distribuidores del sector de la restauración «antes hacían la ruta de varios negocios en 10 minutos, mientras ahora tardan más de media hora».

Sevé admite que hay zonas donde los vecinos agradecen la reducción del tráfico, pero insiste en que muchos otros han visto incrementar el volumen de vehículos y empeorar la seguridad». Por eso reclama al Ayuntamiento que vele por un «equilibrio» en todo el núcleo. «Pero este equilibrio no se puede basar sólo en lo qué diga el gobierno, sino que el pueblo tiene que poder dar su opinión», reclama.

Y es que los vecinos y comerciantes contrarios al Plan de Movilidad aseguran que los cambios se han aplicado prácticamente de forma unilateral, «sin hablar con la ciudadanía directamente afectada». Por eso urgen al alcalde a «parar de momento» y revisar las modificaciones de circulación implantadas. Aparte de recoger firmas, han convocado tres manifestaciones semanales a partir de este jueves para hacer oír su malestar y presionar el consistorio.

Desde el gobierno local, el alcalde Ramon Ferré se muestra abierto a sentarse con los vecinos, pero les recuerda que «han tenido oportunidades para participar en la elaboración del plan ». «Lo que pasa es que no hay tradición de utilizar el derecho a la participación ciudadana, que cuesta mucho implantar», añade Ferré, que insiste en que el plan «ha sido consensuado con los vecinos y asociaciones, así como también los grupos políticos municipales». «Cuando ha sido la hora de cambiar las señales, entonces mucha gente se ha sumado al carro [de las quejas]», lamenta.

El alcalde apunta que los cambios de movilidad se han trabajado «durante dos años» y pide «respetarlos», mientras insta a los opositores a dejar un margen de tiempo para evaluar realmente la afectación. Ferré recalca que el motivo principal de las modificaciones radica en mejorar la seguridad y reforzar el carácter tranquilo del casco antiguo, en contraste con el volumen de gente de circula por Calafell Platja o Segur».

Ferré asegura que el gobierno evaluará «de aquí a unos meses» si hay que introducir nuevos cambios en la movilidad, pero insiste en que «se analizará sobre hechos reales, no sobre hipótesis o miedos que ahora tienen algunos vecinos». «Es importante dejar un tiempo de aplicación, no convocar manifestaciones al cabo de pocas semanas», subraya, augurando que la pacificación de las calles mejorará el bienestar del barrio y eso, dice, atraerá nuevos vecinos.

tracking