Desarticulada una de las mayores redes de producción de marihuana con raíces en el Baix Penedès

Los Mossos d'Esquadra de la División de Investigación Criminal, conjuntamente con funcionarios del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, han desmantelado una de las mayores redes criminales dedicada al tráfico y cultivo de marihuana establecida por toda Cataluña y con raíces en el Baix Penedès. Durante la operación se han detenido 56 personas, entre 19 y 58 años, a las que se les atribuyen delitos contra la salud pública, pertenencia a organización criminal y defraudación de fluido eléctrico. Trece de los 56 arrestados ingresaron en prisión una vez pasaron a disposición judicial.

El pasado 24 de mayo se llevó a cabo un operativo conjunto en varios municipios de Cataluña, entre ellos la Bisbal del Penedès. Se realizaron 37 cacheos y se desmantelaron 24 plantaciones e intervinieron más de 22.600 plantas y 166 kilogramos de ovillos preparados para la venta.

Durante el operativo los agentes localizaron un total de 225.765 euros en efectivo, una escopeta, un revólver con munición real, una pistola de aire comprimido y diferentes armas blancas. Una vez desmanteladas las plantaciones, los inmuebles recuperados se irán devolviendo a sus propietarios.

Se calcula que, en condiciones normales, la organización habría tenido la capacidad para producir unos 1.275 kg anuales de marihuana, que supondrían un precio de venta al por mayor de unos 3'1 millones de euros. Una vez transportada a países del norte de Europa, su precio de venta al detalle se multiplica por 3 o 4. Eso comporta un aumento de sus beneficios hasta una horquilla de entre 9 y 12 millones de euros.

En este dispositivo también participaron un total de 50 técnicos de la compañía eléctrica ENDESA para comprobar las instalaciones y el fraude de fluido eléctrico. En este sentido, de las 29 inspecciones, en 28 se detectó fraude.

La organización

Los jefes del grupo criminal, aunque eran extranjeros, estaban asentados en Cataluña y disfrutaban de un alto nivel de vida. Se habían establecido en las demarcaciones de Girona y Tarragona, donde se pudo determinar que uno de sus miembros adquirió de manera legal un establecimiento de restauración.

Los miembros del grupo alquilaban de manera legal inmuebles para situar las plantaciones y los jefes importaban de su país de origen «jardineros» para cuidarlas.

La droga obtenida se transportaba principalmente al mercado europeo por carretera, aunque en este caso concreto, los investigadores también pudieron detectar relaciones con una tienda de suministro de material para los cultivos de marihuana.