Cunit pospone hasta el año que viene el estreno del aparcamiento de pago en los barrios de la playa

El Ayuntamiento de Cunit (Baix Penedès) pospone hasta Semana Santa el estreno de la zona naranja prevista este verano en todas las calles de los barrios de la playa, según ha podido saber la ACN. La previsión era instaurar aparcamiento de pago a partir del 15 de julio, con el objetivo de evitar el «colapso» de circulación provocado por los usuarios de las playas. Una parte de este caos se atribuye al efecto rebote de bañistas que quieren evitar las zonas de pago que hay enSegurde Calafell y Vilanova i la Geltrú, y recientemente también Cubelles. El gobierno lamenta que ha sido inviable desplegar la zona naranja este verano por el retraso de trámites legales y porque la empresa licitadora ha advertido de falta de suministro de parquímetros.

El concejal de Seguridad Ciudadana, Xavier Lozano, detalla a la ACN que la empresa responsable de la zona naranja preveía disponer de todo el material a partir de mediados de agosto. «Ya no valía la pena forzar el despliegue del nuevo sistema», admite, añadiendo que tener que señalizar todas las calles afectadas por la zona naranja -donde se prevén 2.000 plazas- en plena temporada turística era también una complejidad adicional.

La zona naranja es un proyecto que ha despertado quejas de varios vecinos, especialmente los que tienen segunda residencia en Cunit. Una plataforma creada desde las asociaciones de vecinos de Can Toni y Les Sorres-Haug ha liderado las protestas en un movimiento bautizado como a 'Cunit Playa Libre', con manifestaciones y una recogida de firmas.

Algunos de estos vecinos han presentado alegaciones a la propuesta de tarifas del Ayuntamiento. El principal reclamo es que haya un trato deferente con a los veraneantes con segunda residencia en el municipio, de la misma manera que los vecinos ya tienen prevista una tarifa reducida. Ante este malestar, el concejal se muestra abierto a pactar abonos mensuales y de temporada de verano para los segundos residentes.

La previsión es que estas tarifas definitivas se puedan aprobar en un pleno extraordinario en agosto. Así, la voluntad del ejecutivo local es llegar al otoño con las tarifas ya avaladas y el contrato con la empresa firmado. De esta manera, habría tiempo suficiente para hacer toda la señalización e instalación de parquímetros de cara a poner en marcha la zona naranja los días festivos de Semana Santa. Lozano precisa que la intención es empezar con una prueba piloto sin sanciones.

El calendario de funcionamiento de la zona naranja prevé que haya que pagar para aparcar todos los fines de semana entre Semana Santa y el 15 de junio, y que a partir de entonces el sistema de pago sea para todos los días de la semana hasta septiembre. Según Lozano, una vez superada la prueba piloto de Semana Santa, negociarán con la empresa la fecha de entrada en vigor del servicio plenamente operativo.