Medio Natural
Liberan 25 tortugas bobas en una playa de Arenys de Mar
Cuatro de los ejemplares liberados nacieron en Calafell y el Serrallo
Un total de 25 ejemplares de tortuga boba (Caretta caretta), nacidas en Calafell y el Serrallo, han sido liberadas este martes en la playa de la Picòrdia de Arenys de Mar (Marisma).
Miembros de la Xarxa de Rescat de Fauna Marina del Departament d'Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural de la Generalitat, Agents Rurales, representantes de la Fundación CRAM y de la Universidad de Vic, así como del Ayuntamiento de Arenys de Mar y de diferentes entidades han procedido a la liberación de las tortugas.
Según ha informado el Departament d'Acció Climàtica, la mayoría de las tortugas liberadas procedían del nido encontrado el verano pasado en la misma playa, a 22 metros de la línea de mar, fuera de la influencia directa del agua y sin peligro de inundación. Por este motivo, se decidió dejarlo en el mismo lugar.
Tal como estaba previsto en el proyecto de investigación científica para la conservación de la nidificación de la tortuga boba en Cataluña, se decidió diversificar la incubación y se trasladó una parte de la puesta a las incubadoras del CRAM y del Zoo de Barcelona.
El Ayuntamiento de Arenys organizó una red de voluntariado que custodió el nido hasta su eclosión, el pasado 10 de septiembre, reforzado con un servicio de vigilancia durante la noche.
El nido estaba formado por 142 huevos, de los cuales 90 se incubaron en la playa durante 61 días, y el resto en las incubadoras de la Fundación CRAM (40) y del Zoo de Barcelona (12).
De estos 142 huevos, emergieron 76 animales (56 en playa y 20 en incubadora), de los cuales 49 fueron al mar directamente y 27 se han criado en cautividad durante el primer año de vida, un proceso que aumenta sus posibilidades de supervivencia.
De los 27 animales que se criaron en cautividad, sobrevivieron 21, que han sido liberados hoy junto con tres ejemplares nacidos el verano pasado en Calafell y uno en el Serrallo, en Tarragona.
Aunque este año las altas temperaturas hacían prever una temporada fuerte y avanzada, hasta ahora no se ha detectado ningún nido en la costa catalana, y sólo uno en Alicante.