Equipamientos
La escuela de l'Arboç denuncia que llevan más de 10 años esperando la instalación de un ascensor
Los profesores tienen que ayudar a dos alumnos con discapacidad para acceder a las aulas
El sindicato USTEC·STEs ha denunciado que la escuela Sant Julià de l'Arboç lleva más de diez años batallando para eliminar las múltiples barreras arquitectónicas del edificio así como para la instalación de un ascensor que permita el libre acceso a los diversos espacios y a todo el recinto escolar.
Aseguran que el anterior Director de los Servicios Territoriales de Tarragona confirmó a la dirección del centro y a la Junta de personal docente que las obras para la instalación del ascensor se realizarían a lo largo del curso 21-22, hecho que no ha sucedido.
Desde el sindicato alertan que la falta del ascensor, afecta a la movilidad de dos alumnos de 8 años que tienen un 45% y un 60% de discapacidad con neurodeficiencia muscular, los cuales dependen del personal educativo para poder acceder a los diversos espacios de la escuela, con la carga física que supone para estos trabajadores.
Desde el centro afirman que «han hecho el imposible para poder adecuar al máximo los espacios necesarios para estos alumnos y minimizar los desplazamientos mientras no se ponga una solución», sin embargo aseguran que «no es suficiente debido a la gran cantidad de barreras arquitectónicas que impiden la circulación de estos alumnos por la misma planta baja así como para acceder a la zona de recreo».
Así pues, denuncian las limitaciones para ofrecer efectivamente una atención educativa inclusiva y de calidad y que la situación comporta «una afectación directa a las condiciones de trabajo y de salud de todo el personal ya que acaban asumiendo riesgos de sobreesfuerzo cargándolos para ayudar a que se desplacen sin agravios y puedan disfrutar de las mismas oportunidades que sus compañeras y compañeros».