Rescatan 17 perros que malvivían desnutridos y heridos en Banyeres

El Ayuntamiento de Banyeres del Penedès ha rescatado este miércoles un grupo de 17 perros que malvivían en una finca junto a una riera del núcleo de Saifores. Los animales estaban en un recinto cerrado, divididos en jaulas llenas de excrementos, basura y agua putrefacta. La mayoría mostraban un aspecto famélico, y algunos tenían heridas, infecciones y también alguna lesión.

El rescate lo ha organizado el consistorio en colaboración con los voluntarios de dos protectoras de animales. En la entrada en la finca también han participado los Agents Rurals, que han levantado un acta administrativa y han precintado el recinto.

El Ayuntamiento y las protectoras denunciarán por maltrato al responsable de los animales, un vecino de Banyeres que se dedica a la caza.

Según ha detallado el alcalde de Banyeres, Amadeu Benach, el Ayuntamiento tuvo constancia de la situación de estos animales ahora hace tres meses. La alerta saltó cuando un vecino de Santa Oliva advirtió que cerca de una riera había un recinto cerrado desde donde provenían muchos ladridos y malos olores. El consistorio hizo una inspección exterior y elevó un dron para comprobar la situación de la finca: contó más de 15 perros que vivían malnutrdots en un espacio lleno de suciedad.

Durante estos meses, Benach asegura que ha gestionado con los Agents Rurals y las protectoras de animales un dispositivo que permitiera rescatar los animales y garantizarles un espacio seguro. En paralelo, el consistorio ha contactado con el propietario del terreno, que ha apuntado que los perros son de una tercera persona a quien le tenía alquilado el espacio para guardar animales destinados a la caza. Según fuentes municipales, actualmente ocupa el recinto de forma ilegal, ya que acumula varios impagos.

Una vez visto el estado en que estaban los animales y ante la pasividad del responsable de los perros, ha relatado Benach, el Ayuntamiento ha sacado adelante el rescate «porque es potestad del alcalde actuar si hay indicios claros de un delito de maltrato animal». El alcalde y los voluntarios de las protectoras han roto este miércoles los dos candados de acceso a la finca y han sacado los 17 perros que había dentro, así como también tres gallinas.

Los animales malvivían entre excrementos, suciedad y desperdicios, y todos mostraban síntomas de desnutrición. «Nos hemos encontrado fracturas de pata, heridas abiertas mal curadas y varias infecciones», ha relatado el vicepresidente de la protectora ADAP, Julen Palomo, que ha asegurado que «probablemente los perros han sobrevivido gracias al agua de lluvia y a comerse sus propios excrementos». Dentro del recinto los voluntarios también han encontrado restos de huesos de dos perros.

El veterinario que acompañaba a las protectoras ADAP y Animal Rescue, Jorge Pérez, ha resaltado que todos los animales requerirán de un proceso de desparasitación, mientras algunos tengan que pasar por quirófano. Según Pérez, «como mucho estos animales recibían comida una vez por semana, en el mejor de los casos».

Durante el rescate, el veterinario y las protectoras han comprobado que 15 de los 17 perros llevaban chip, hecho que posteriormente permitirá saber a quién pertenecen exactamente. El alcalde ha adelantado que el responsable de la finca ha dicho que algunos de los perros son suyos para destinarlos a la caza, pero también custodiaba a otros compañeros de batidas. Benach ha detallado que han comunicado al responsable de los animales su comiso, y ha lamentado que «la única preocupación» que ha mostrado ha sido la imposibilidad de ir a cazar el próximo fin de semana.

El Ayuntamiento, los Mossos d'Esquadra y las protectoras han denunciado al responsable del espacio por maltrato animal, a la espera de que la investigación identifique a todos los propietarios de los perros. Benach confía en que los chips permitirán agilizar la investigación y pide que esta no se eternice «ya que los perros siguen siendo de los mismos propietarios hasta que un juez diga lo contrario».

Desde las asociaciones confían en que la nueva ley de protección animal que está tramitando el Congreso permita «hacer justicia» con casos como el de Banyeres, si bien también temen que su interpretación no acabe de estar lo bastante definida una vez se apruebe el texto definitivo. Al mismo tiempo, insisten en incluir los animales de caza dentro de la protección y lamentan que hoy por hoy las negociaciones políticas plantean dejarles al margen.