L'Arboç anuncia nuevas medidas para detectar el origen de los ruidos

Después de las reiteradas quejas de diferentes vecinos de l'Arboç por los ruidos que sospechan de la actividad industrial de la empresa Omya Clariana, el Ayuntamiento ha contratado un nuevo servicio de medida con el fin de intentar detectar el origen y la intensidad. Sin embargo, el alcalde Joan Sans se reunió el viernes pasado con responsables de la empresa Omya Clariana para tratar este tema y buscar «una solución que sea definitiva».

La empresa, que se dedica a la fabricación de carbonato cálcico y tiene una mina de extracción al lado de sus instalaciones, se ha comprometido a presentar las facturas de las actuaciones realizadas hasta ahora y, el consistorio arbocenc asegura que no se puede descartar «que los ruidos provengan de una otra ubicación». Omya Clariana afirma que ha tomado todas las medidas que se pidieron para rebajar los ruidos y «presentarán las facturas para demostrarlo». También ponen en duda que las molestias sonoras existentes provengan de su empresa, que cumple un estricto horario de funcionamiento de su maquinaria desde el pasado mes de marzo.

Sin embargo, aseguran que están tomando nuevas medidas para mejorar todavía más el aislamiento acústico, con la instalación de aislantes sonoros en el tejado. A pesar de que los ruidos, ahora no son tan constantes como a principios de año, el Ayuntamiento de l'Arboç ha expresado, a través de un comunicado, que quiere llegar al fondo de la cuestión, detectar de dónde provienen los ruidos y acabar definitivamente con estas molestias.

«El sonido merma con las quejas»

Mientras tanto, los vecinos siguen sufriendo molestias por este ruido. Uno de los vecinos, que quiere preservar su anonimato, explica al Diari Més que, esta semana, justamente el sonido insistente no se percibe tanto. «Parece que los ruidos estén relacionados con las quejas. Cuando protestamos, estamos unos días tranquilos, pero después vuelven los ruidos», explica el vecino, que añade que se están planteando presentar una instancia conjunta entre los vecinos afectados al Ayuntamiento para poder hacer más fuerza.

«No acabo de entender por qué el Ayuntamiento ha tardado tanto en anunciar estas nuevas medidas, los trámites pueden ser lentos pero no tanto. Ya lo había anunciado antes del verano y todavía no se había hecho nada al respecto», reivindica este mismo vecino.

Las quejas de los vecinos se llevaron al Ayuntamiento de l'Arboç el pasado mes de marzo. El consistorio se puso en contacto con la empresa y esta se comprometió a medir las emisiones sonoras y los decibelios que se emitían desde la planta.