Transporte
Cunit y Cubelles reclaman la gratuidad del peaje de la C-32 en sentido Barcelona
Los alcaldes reclaman que la vía sea la ronda del Penedès Marítim y dejar la C-31 como una travesía urbana
Los alcaldes de Cunit y Cubelles, Jaume Casañas y Rosa Fonoll, reclaman una vez más la gratuidad del peaje de la C-32 en sentido Barcelona. Los alcaldes se han reunido este martes para exigir el cambio, que garantizaría que los conductores entre estos municipios tengan las mismas condiciones tanto si se dirigen en sentido Tarragona como a Barcelona.
Eso permitiría, de rebote, que la C-31 se convierta en una travesía urbana entre las dos localidades, gracias a la conversión de la C-32 en la ronda del Penedès. «Pedimos al Gobierno que, de la misma manera que ha liberado el tramo entre Cubelles y el Vendrell, también lo haga entre Cubelles y Vilanova i la Geltrú y Sitges», reclama Casañas.
El alcalde remarca que los municipios afectados soportan el paso de unos 25.000 vehículos cada día, un hecho que reduce la seguridad e incrementa la contaminación en la trama urbana. «Como ciudadanos del Penedès Marítim nos merecemos una movilidad segura, rápida y gratuita como el resto del país», reivindica.
La alcaldesa de Cubelles, Rosa Fonoll, asegura que la gratuidad en sentido sur no soluciona el problema de mobilidaddel entorno. «No soluciona el alto volumen de vehículos que pasan por nuestra travesía urbana, sino todo lo contrario, agrava la situación incrementando considerablemente el tráfico en el municipio», apunta.
En este sentido, denuncia que el Baix Penedès es una de las comarcas donde la Generalitat menos invierte. Un agravio, considera, teniendo en cuenta que después de la pandemia hay muchos ciudadanos que se han mudado y, por lo tanto, han hecho que se dispare la movilidad en coche privado, hecho por el que hacen falta soluciones que pasen por reformular la C-31 con la gratuidad de la C-32.
Con todo, cree que la proximidad de las elecciones municipales suponen un freno para el Gobierno a la hora de tomar decisiones: «Somos un buen grupo de alcaldes y nos merecemos un respeto», dice.