Sociedad
El Vendrell reduce la profundidad de las nuevas piscinas de uso particular
El Ayuntamiento modifica la ordenanza municipal para acotar el consumo de agua vinculado a estos elementos
El Ayuntamiento del Vendrell reduce la profundidad máxima que podrán tener las piscinas particulares que se construyan a partir de ahora. La normativa vigente permitía que los vasos fueran de hasta 2,40 metros de profundidad, mientras que ahora el tope se situará en los 2 metros.
Es uno de los cambios introducidos a través de la modificación de la ordenanza municipal que regula la construcción de estos elementos, que previsiblemente se aprobará de forma definitiva en el pleno de este lunes por la tarde -el gobierno municipal dispone de mayoría. La concejala de Urbanismo, Núria Rovira, apunta a ACN que los cambios se empezaron a trabajar hace tres años para ahorrar agua y destaca la importancia de que entren en vigor en un momento trascendental de sequía.
Rovira relata que el consistorio quería actualizar la ordenanza tanto por el contexto climático como por la necesidad de ajustar varios aspectos asociados a la construcción y a las molestias entre vecinos. También se ha aprovechado para fijar unas pautas en relación a las piscinas desmontables, que han proliferado notablemente desde que en el 2002 se probó la primera ordenanza que regulaba las piscinas particulares.
Con respecto a la profundidad de los vasos de las piscinas construidas a nivel privado, Rovira apunta que han buscado asesoramiento entre las empresas especializadas y también de los técnicos municipales que tramitan las licencias de obra. Hechas las consultas, la conclusión es que la mayoría de piscinas se construyen para refrescarse o jugar con adolescentes y criaturas, de manera que «todo el mundo coincide en que 2 metros es una profundidad suficiente y no hacen falta vasos de hasta 2,4 metros».
Al mismo tiempo, la concejala señala que buena parte de las piscinas que se construyen en el Vendrell están en casas unifamiliares donde viven abuelos «que utilizan este espacio como un punto de reclamo familiar para reunir hijos y nietos», hecho que también demuestra, dice, que no son necesarias las grandes profundidades.
A pesar de permitir a partir de ahora vasos de hasta 2 metros, Rovira recuerda que la mayoría de piscinas no se llenan a raíz del nivel del suelo, ya que habitualmente hay algunos centímetros de distancia. Así, se prevé que las próximas construcciones se llenen aproximadamente un máximo de 1,80 metros.
Actualmente en el Vendrell hay alrededor de 2.000 piscinas privadas, y la concejala asegura que la gran mayoría de propietarios optan por la reutilización del agua de un verano para el otro. Celebra este talante y confía en que la limitación de la profundidad contribuya a ampliar este ahorro.
Aparte de la profundidad de los vasos, los cambios en la ordenanza también establecen que la distancia de separación con la finca vecina tendrá que ser igual o superior a la profundidad máxima de la piscina. Como mínimo, será de 1,20 metros,«de manera que las parcelas más pequeñas ya no podrán construir una piscina y se evitarán problemas de filtraciones y humedades en las casas más cercanas».
En relación a las piscinas desmontables, la modificación de la ordenanza establece que su instalación no necesitará licencia municipal siempre y cuando tenga una altura máxima de un metro y una capacidad de 10.000 litros como mucho. También quedará exenta de licencia si se instala directamente sobre la cota de terreno -sin hacer obras-, no se sitúa sobre ningún forjado, terraza o cubierta, y respeta la separación de 1,20 metros con las vallas de los vecinos.
Rovira concluye que la aprobación definitiva de la modificación de la ordenanza permite resolver varias cuestiones técnicas relacionadas con la construcción de piscinas, optimizar consumos y, al mismo tiempo, alcanzar más simplificación administrativa cuando un vecino pide permiso para hacer una nueva piscina.
Resueltos estos cambios normativos, la concejala adelanta que el próximo paso que tendrá que dar el gobierno de la siguiente legislatura es modificar la Ordenanza de Ahorro de Agua. Rovira apunta que, si bien ahora todas las cuestiones se han centrado en aspectos vinculados a la construcción de las piscinas, los próximos cambios normativos sí que tendrán que incidir en la gestión y el consumo de agua.
Esta modificación, añade, también tendrá que afrontar posibles restricciones en el riego de huertos y jardines, ya que asegura que son ámbitos donde se consume más agua que las piscinas, ya que insiste que la mayoría se mantienen llenas todo el año.