Vecinal
Los vecinos de la urbanización de los Masos de Coma-ruga protestan contra la inseguridad y degradación
En menos de dos meses se han contabilizado once robos e intentos de ocupación en el barrio
Los vecinos del barrio de los Masos de Coma-ruga se han organizado con para poder hacer frente a varias olas de robos, ocupaciones, tráfico de drogas y plantaciones de marihuana en diferentes casas de la zona. En menos de dos meses se han contabilizado once robos e intentos de ocupación en el barrio, hecho que provoca inseguridad entre los vecinos.
La primera medida fue crear un grupo de mensajería instantánea para poder mantener un canal de comunicación compartido, estar alerta de movimientos sospechosos en las calles y avisar de posibles emergencias. Actualmente, más de un centenar de vecinos forman parte, ya que sienten amenazada su seguridad personal (algunos de los robos se han producido mientras los propietarios estaban en el interior de sus propias casas). Las ocupaciones de casas por parte de clanes y bandas de narcotraficantes, junto con la dejadez del mantenimiento de farolas, calles y accesos al barrio desde la carretera, están generando un estado de pánico en la población.
El 27 de febrero, más de treinta vecinos se reunieron con el alcalde del Vendrell, Kenneth Martínez, los concejales de seguridad y playas, Christian Soriano y Marta Tobella, y con el jefe de policía local, Alfonso Herrero, para explicarles esta situación y trasladarles la degradación y decadencia en la qué viven. Los vecinos han denunciado que actualmente hay calles oscuras con farolas arrancadas o que no funcionan, aceras en mal estado y accesos desde la carretera llenos de hierba, sin iluminar ni señalizar. La nula presencia policial también fue una de las quejas de los asistentes en la reunión.
Desde el consistorio se intentó tranquilizar a los vecinos, diciendo que la ola de robos era una situación puntual. Argumentaban también que la ubicación de la urbanización, a pie de la carretera N-340, junto con la inmediatez de los nudos de la autopista AP-7 y C-32, facilita la huida rápida de los ladrones.
Posteriormente, la concejala de playas, Marta Tobella, visitó el barrio para tomar nota de las carencias y quejas expuestas. En esta visita, también anunció un plano renove del alumbrado de más de 40 años de antigüedad y la instalación de cámaras de control de matrículas en los accesos del barrio para el año 2025. Además, para hacer frente al robo de cableado de las farolas de las calles, se prevé sustituir los actuales por farolas solares, aunque no se concretó ni el alcance ni el calendario de la medida.
La próxima acción de protesta está prevista para el martes 9 de abril a las 18 h, fecha en que los vecinos vuelven a tener reunión con el Ayuntamiento y en que esperan recibir más explicaciones y una mayor contundencia por parte de las autoridades municipales.