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El propietario de Traiber afirma que «no ha engañado a nadie»

Lluís Márquez reitera con convencimiento que sus prótesis médicas «son perfectas» y niega haber presionado a los médicos

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El propietario de la empresa Traiber, Lluís Márquez, imputado por una decena de presuntos delitos en la venta de prótesis médicas en mal estado ha asegurado que él no ha engañado a nadie» y ha reiterado que las prótesis de su empresa «son perfectas». Así lo aseguró el martes pasado en una entrevista al programa 8 al día, de Josep Cuní.

Márquez afirmó: «Yo no he engañado a nadie. Todo eso que ha salido no es verdad. Traiber ha sido una empresa modélica. Dique ha sido porque es una empresa que está precintada desde hace prácticamente un año por el juez. Sólo le diré una cosa. Nosotros hemos comercializado más de 3 millones de implantes y componentes protésicos durante 31 años. Nunca hemos tenido ninguna denuncia por defecto de material. Es muy curioso que ahora salga que hacemos las cosas mal». En este contexto, el propietario de Traiber defendió reiteradamente que las prótesis fabricadas por su empresa «son perfectas» y desconoció el motivo por el cual el juez afirma que había caducadas. En esta cuestión, Márquez hizo referencia al comunicado que hizo público el hospital de Sant Joan cuando estalló el caso. Según este, el centro habría puesto en diez años 1.524 prótesis de Traiber y solamente se tuvieron que desplantar 14 por motivos diversos, como infección, una mala rehabilitación o porque el paciente lo había rechazado. En defensa de la buena calidad de las prótesis, Márquez argumentó que no todas se pueden tratar de la misma manera y por eso consideró que, si en algún caso había habido algún problema, habría estado porque «el cirujano no se habría dejado instruir» sobre como|cómo se tenía que colocar.

Márquez recordó que su empresa se dedicaba a la fabricación y a la investigación, disfrutado de la cual tenía más de 42 patentes internacionales. El propietario de Traiber manifestó que su compañía pagaba a los médicos que trabajaban en los trabajos de investigación, como se hace en cualquier otro empresa. «Hemos pagado a los médicos que han colaborado con nosotros y hemos declarado a Hacienda, a nosotros y a los médicos. Es normal que pagues porla investigación», remarcó. En todo eso afirmó que nunca Traiber se había presentado a una licitación pública del hospital de Sant Joan porque el centro no hacía.

Márquez negó que utilizara políticos locales para que actuaran como mediadores entre los médicos y la empresa para que colocaran sus prótesis. A la vez, consideró que no es nada extraño que Traiber invitara a los médicos al congreso anual que organizaba para dar a conocer sus productos y que se hacía en países con atractivos turísticos.

Márquez opinó que no hay caso Traiber y expresó su convencimiento de que detrás de todo hay «un componente político». «La Guardia Civil me preguntó si había financiado a algún partido político y el juez también lo hizo, y en este caso, en concreto, si era Convergència. El primer auto salió días antes de las elecciones municipales, y el segundo, a pocos días de las generales», apuntó.

Siguen las declaraciones

Por otra parte, ayer declaró ante el juez que llevael caso una nueva serie de la cincuentena de médicos investigados para recibir presuntas comisiones por las prótesis. El juzgado de instrucción número 3 de Reus acogerá hoy una nueva tanda de facultativos. A finales de mes empezarán a pasar por el juzgado los extrabajadores de la empresa. También lo harán en diferentes grupos.

En el auto, el magistrado del juzgado de instrucción número 3 de Reus señaló que había «indicios sobrados» que el empresario Lluís Márquez habría cometido delitos societarios, de falsedad documental, delitos contra la administración pública, de blanqueo de capital y contra la salud pública. Según el escrito, la fiscalía de Tarragona calificó el comportamiento de Márquez«de especialmente grave»atendido que la empresa de la cual es gerente «venía medicamentos y prótesis médicas en mal estado» en el Hospital Sant Joan, y «al mismo tiempo presionaba la administración para que se las comprara, y lo que es peor, esta administración asumía esta venta».

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