Santa Llúcia relanza la programación y recurre al mecenazgo para salvar la sede

La Germandat de Sant Isidre i Santa Llúcia presentó ayer un paquete de medidas para sanear la situación económica de la entidad, una cuestión «aparcada a pesar de que no solucionada» cerca que, el pasado 25 de enero, Catalunya Caixa parara el procedimiento de subasta de la sede del colectivo en el Raval Robuster porla hipoteca que este se suscribió a su momento con la entidad financiera, por300.000 euros y que vencerá de aquí aproximadamente 14 años. La junta de la Germandat prevé renegociarla en septiembre –querría alargarla como mínimo, a 30 años, «que no serán prácticamente nada después de 700 d'història»- mientras espera terminar las condiciones de un convenio de colaboración con el Ayuntamiento, con prestación de servicios, que añadiera un empuje definitivo al proceso.

De momento, la Germandat de Sant Isidre i Santa Llúcia ya ha acordado con Catalunya Caixa ingresar el importe que percibe por|para el alquiler del bar de su sede en la cuenta de la hipoteca: este concepto cubrirá cerca de 700 de los 1.700 euros a que tiene que hacer frente mensualmente, después de que el bar reabriera hace pocas semanas, bajo una nueva gestión y en funcionamiento desde el 1 de febrero. En paralelo, el colectivo recorre|recurre en este paquete de medidas que incluye una campaña de captación de socios, otra de micromecenazgo, la busca de espónsores y un importante relanzamiento de la programación de la Sala Santa Llúcia que apuesta por el teatro y acogerá también a un cineclub. Todo, tendría que servir para mejorar las circunstancias de la hermandad en el terreno económico, «no de hoy para mañana pero sí a largo plazo», apuntaba ayer a su presidente, Josep Maria Vallès.

Plande viabilidad

Bajo el nombre de 'Apadrina una butaca', la agrupación impulsa una iniciativa para captar donaciones que hace un llamamiento a personas físicas o jurídicas que puedan aportar 300 euros a la Hermandad de Sant Isidre y Santa Llúcia en una forma total o periódica –mediante pagos trimestrales de 25 euros, con un máximo de 12 trimestres– para implicarse en su supervivencia. Y otra de captación de socios con la cual, los que colaboren económicamente tendrán la consideración de Socios Protectores durante un periodo de seis años y se beneficiarán de las promociones como socios y como miembros adheridos al colectivo Amics de la Sala Santa Llúcia. Se está trabajando, en relación en la primera campaña de micromecenazgo, en el hecho de que algunas de las butacas de la sala puedan llevar|traer inscritos los nombres de los particulares mecenas. Por otra parte, la entidad se ha propuesto «buscar espónsores que puedan patrocinar diferentes actuaciones y que se hagan cargo del importe», de manera que «la totalidad de la recaudación repercutiría a la entidad». Será bienvenida a la hermandad, también cualquier aportación en forma de un mecenazgo de la entidad –más allá de la campaña Apadrina una Butaca– ya sea de forma periódica o en una vez.

Teatro y cine

Así las cosas, el colectivo ha tomado la determinación de relanzar su programación y ampliar la oferta de teatro y cine. En el primer ámbito, anuncia que «vendrán compañías con una calidad muy buena y queremos que la gente pueda ver aquí un tipo de espectáculos que hasta ahora tenía que ir a buscar a fuera, sin olvidar el teatro amateur». Como representación estrella, el Kbarret de Filagarsa, que podrá ver el próximo 19 de lejos. Con respecto al cine, la Sala Santa Llúcia incorporará un espacio de cineclub y ofrecerá hilos dirigidos a un público infantil de forma que «los grandes traigana los pequeños y los pequeños cojan el hábito». Las nuevas propuestas convivirán con las que había hasta ahora y con la oferta de la ciudad.