Prat y Cabado se aprovecharon de sus cargos para hacer negocios
Según publica 'El País', formaron parte de un proyecto que pretendía construir un hospital en Rumania
Josep Prat y Luis Cabado se aprovecharon de sus cargos públicos para enriquecerse y hacer negocios, según publica el diario El País. El rotativo publica una serie de extractos de correos electrónicos que intercambiaronel expresidente del Instituto Català de la Salut y el antiguo sindicalista y que muestran cómo intentaron tomar parte en la construcción de un gran hospital en Rumania, gracias al cargo de Prat. Además, esta documentación también indica que Josep Prat asesoró a Cabado para que este obtuviera más ingresos del ICS, perjudicando el organismo que presidía.
Referenteal intento de participación en la construcción del hospital rumano, 'El País' revela que Cabado organizó reuniones entre Prat y la empresa norteamericana que quería levantar el centro. El papel que jugabanelentonces presidente del ICS yel sindicalista era el de aportar la experiencia de un modelo sanitario que ya se había desarrollado en España, tal como constata Stephan Minovici, al propietario de la empresa inversora norteamericana en una carta, que la cabeceratambién ha publicado. La irregularidad, en este caso, estáen el hecho de que el ICS depende de la Generalitat y no puede formar parte de un proyecto como lo que se estaba planteando fuera de Cataluña.
Además, en las cartas que se intercambiaron, se habla de una entidad nombrada Grupo Catalán de la Salud, que parece una especie de marca comercial, según apunta el reportaje. Si el hospìtal hubiera salido adelante, se habría convertido en un negocio privado para sus impulsores.
Alquileres abusivos
consentidos
La información publicada por 'El País' también habla de un enriquecimiento de Lluís Cabado a costa del ICS, llevado a cabo con el consentimiento de Prat. Concretamente, se trata del alquiler de la sede del Instituto Català de la Salut a Oliverus, la empresa propietaria de la sede de Satse, el sindicato que Cabado dirigió durante más de 20 años.
En los correos electrónicos, que fechan de 2011, se muestra cómo Cabado no consiguió evitar la reducción del 40% del precio del alquiler que el ICS solicitaba a la empresa, a pesar de las gestiones de Prat. Aun así, se evidencia que hasta los recortes (momento en lo que se pide la reducción del coste del alquiler), la Generalitat no controló el importe de estos y se permitió cobrar unas lavas superiores a las del precio del mercado, según explica un portavoz del ICS en la publicación.