Reus saca a subasta 350 contenedores en desuso a raíz de incendios o averías

Hasta 350 contenedores de superficie depositados en el parque del servicio de limpieza y recogida de Reus están a subasta desde principios de semana. El Ayuntamiento se desprende después de haberlos acumulado a lo largo de los años, retirados de la vía pública y en desuso a raíz de diferentes circunstancias, entre las cuales incendios –tanto fortuitos como provocados– averías, choques|encontronazos o deficiencias aparecidas con el paso del tiempo que los han convertido en «inservibles». La finalidad de la venta es recuperar un mínimo de 6.500 euros –la cifra significa un importe aproximado de 18 euros porcada contenedor que se ofrece– para las arcas municipales y esta se pone en marcha a razón del interés manifestado por diferentes empresas que reaprovechan partes de los contenedores inservibles, tal como apuntaban ayer fuentes municipales.

La operación resulta viable atendiendo en el artículo 45 del Reglamento de patrimonio de los entes locales, que concreta que «los bienes no utilizables, una vez valorados técnicamente, pueden ser enajenados por venta directa», como es el caso de estos 350 contenedores de basura que pasarán ahora en manos de uno privado después de haberse considerado que no podrían volver a utilizarse para|por su función.

En total, se trata de 180 contenedores de rechazo, papel y envases con capacidad para 3.200 litros y de carga lateral; 75 de fracción de rechazo con capacidad para 1.100 litros; y otros 95 de fracción de orgánica preparados para acoger 700, 600 o 240 litros dependiendo del modelo. La empresa que presente la oferta más elevada en el marco del procedimiento que sigue la subasta ahora abierta podrá pasar a hacerse cargo de los contenedores al momento de la adjudicación y una vez se haya acreditado como gestora de residuos.

Las mismas fuentes destacaban ayer el hecho de que no todos los contenedores en venta corresponden a la retahíla de recipientes que han sufrido incendios provocados en los últimos años, todo y que una parte de ellos sí que han sido retirados de la calle hacia el parque del servicio de limpieza y recogida de Reus por este motivo. Los bienes adjudicados tendrán que ser recogidos del punto donde ahora se encuentran en un plazo máximos de siete días a partir del momento en que se les encuentre nuevo propietario. Si no es así, se entenderá que el adjudicatario renuncia de forma tácita a los mismos y al importe abonado.

Inspeccionar el material

Los interesados al acceder a la subasta de contenedores pueden concretar una visita con el departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento con el fin de acceder a inspeccionar los bienes que se ofrecen. El plazo para la presentación de ofertas económicas finalizará el 30 de mayo a las dos del mediodía y quien acabe obteniendo los contenedores tendrá que hacer efectivo el precio en la caja municipal en un máximo de dos días hábiles.

Un nuevo episodio de crema de contenedores afecta a la calle Ample

La calle Ample fue el nuevo escenario de otro acto de vandalismo por crema de contenedores. Los hechos, según confirmaba el cuerpo de bomberos de la Generalitat se produjeron a las ocho y cuarto de la mañana, cuando quemaron tres contenedores a la altura del número 55 de la vía. Una dotación se desplazó hasta el lugarde los hechos y en un cuarto de hora tuvieron controlado el fuego. El incendio dejó completamente quemado el contenedor de plástico y afectó en un 15% a los del lado, de rechazo y cartón. Sobre el mediodía, los tres elementos de la vía pública fueron sustituidos. La investigación, llevada a cabo por el cuerpo policial de la Guardia Urbana, sigue en curso. Según fuentes policiales, aseguraban que los continuos episodios similares ocurridos durante los últimos dos meses es fruto de un grupo formado por 2 o 3 pirómanos que se dedican a quemar contenedores como «gamberrada». «Es gente que les gusta ver cómo el sistema de seguridad va de cabeza con estos disturbios», explicaban fuentes de Mossos d'Esquadra, a quién remarcaba que el cuerpo policial resuelve relativamente fácil, ya que los pirómanos tienen unos patrones repetitivos.