«Los psicólogos dicen que no debemos llevarnos el sufrimiento a casa, pero cuesta»
Los voluntarios oncológicos acompañan a las personas enfermas de cáncer en sus últimos momentos de vida
— Cuál es el perfil de voluntarios que hay a la asociación?
— C.V: Ahora mismo somos un grupo de unas 15 personas, generalmente mujeres de entre 50 y 70 años, aunque también tenemos algún hombre.
— Qué los motivó a realizar este tipo de voluntariado?
— E.A: Siempre he hecho mucho voluntariado, en total llevounos 35 años. Ya era voluntaria en Tortosa con la Asociación Española contar el Cáncer. Cuando se formó el voluntariado oncológico en Reus enseguida me apunté. Nos llena mucho.
— Principalmente, cuáles son las tareas que llevan a cabo?
— C.V: Sobre todo hacemos acompañamiento. Nos estmos ratoscon el enfermo, lo ayudamos a sacar dinero, los acompañamos a quimioterapia o radioterapia, a las visitas con el médico, etc. A veces también hacemos apoyoa la persona que lo vela más que al enfermo en sí, que ya se encuentra en un estado adelantado de la enfermedad.
— El voluntariado oncológico dey ser una tarea muy dura y que comporta una gran madurez.
— C.V: Sí. Uno no puede ser voluntario oncológico así comoasí. Todos hemos tenido que hacer cursos especializados con médicos, psicólogos, enfermeros, etc. Tenemos que entender mucho bien la psicología del enfermo para poder ayudarlo y acompañar. Hay que no quieren hablar, de que no quieren que los ayudes. Hay casos para todo.
— Alguna vez han notado que se les hacía demasiado duro aguantar estas situaciones?
— E.A: A veces quedamos un poco tocadas. Los psicólogos nos dicen que no nos lo tenemos que llevar en casa, pero a veces no lo puedes evitar. Hemos hecho muchos amigos; enfermos con los cuales hemos sido uno o dos años y ahora ya no están. Algunos nos han queridoy los hemos queridomucho.
— Con todos estos años, se han encontrado con casos complicados de trabajar?
— C.V: Sí, hay de todo. Tuvimos un chico que prácticamente no hablaba. De vez en cuando le hacías una pregunta o le decías alguna cosa y respondía, volvías a callar y al cabo de un rato le volvías a decir alguna cosa. Solamente le cogía la mano pero estaba muy contento de verme y cuando entraba en la habitación siempre sonreía. Era del Senegal y al final el hospital se lo preparó todo paraquelo pudieran trasladar a su país. Al cabo de pocos meses nos llegó una carta según ya había muerto.
— Hay algún caso que les haya impactado especialmente?
— E.A: Una vez tuvimos una señora con cáncer de garganta, que no podía hablar. Se llamabaDolors y venía de una familia desestructurada. Como no podía hablar, nos escribía las cosas. Casi a su final nos dijo que los días más felices de su vida habían estado en el hospital.
— Alguna vez les han rehusado el acompañamiento?
— C.V: Algunas personas han pasado por muchas cosas a lo largo de la vida. A veces vamos a dar compañía sin esperar nada a cambio y nos dicen que no quieren nada porque se creen que tienen que pagar por el servicio que les ofrecemos y no quieren o no se lo pueden permitir.
— Cómo más puede ayudar a la Liga de forma directa a estas personas?
— Ahora mismo la Liga ofrece ayudas económicas de 250 euros mensuales cerca de una veintena de familias o personas a toda la provincia que no se pueden permitir los gastos médicos. Además, hacemos campañas solidarias. El próximo 3 de junio empezaremos la campaña Recapta, para recolectar dinero para la prevención, investigación contra el cáncer y ayuda a las personas que sufren esta enfermedad.
Mujeres con un gran corazón|coro
La Elena Alba y Carmen Vidal son voluntarias oncológicas de la Liga contra el Cáncer de las comarcas de Tarragona y Terresde l'Ebre. Junto con una docena de compañeros ofrecen el servicio de acompañamiento a las personas que sufren un cáncer y se encuentran en sus últimos momentos de vida. Se trata de una tarea solidaria donde la madurez, la fuerza de voluntad y la psicología son clavespara desarrollar el trabajo y no llevarencima una pena y una carga innecesarias.