La AEG Misericòrdia continúa sin local propio para sus actividades

El Agrupament Escolta i Guia(AEG) Misericòrdia continúa sin un local propio 4 años después de que tuvieran que abandonar el espacio que tenían a la calle de la Presó, encima del teatro Bravium. «Hemos tenido pérdidas. Cuando tuvimos que abandonar el local muchos niños se marcharon», expone Júlia Moyano, a una de las jefas del agrupamiento, que añade que «ahora estamos remontando pero sí que hay muchos padres que se echan atrás».

Desde el 2012 hasta el 2015, cerca de 25 familias desapuntaron a sus niños de la entidad reusense. «Como padres se puede entender que quieran la seguridad de los niños en lugar de estar en la calle», explica Joan Velasco, antiguo ninguno. Actualmente el AEG cuenta con un total de 30 niños, aproximadamente, cifra muy inferior a la de otras entidades.

A día de hoy, desarrollan sus actividades al aire libre, y cuando necesitan alguna sala el Casal Despertaferro les cede. De la misma manera, el esplai Albadatambién les ayuda dejándoles una sala para el material.

En busca de un local

Desde el agrupamiento buscan un local donde puedan caber una cuarentena de niños. «Hemos intentado buscar pero o nos han dicho que no o son demasiados pequeños», expresa Moyano, que detalla que «queremos un alquiler con opción de compra».

Aseguran que antes sí hacían más reuniones con el Ayuntamiento para el cual los ayudaran o intentar llegar a algún acuerdo. «Ahora ya no vamos tanto. Decidimos que el 'cau'eran los niños y nos tenemos que centrar en ellos», explica la jefa.

Por su parte, la concejala de Participación y Ciudadanía, Montserrat Flores, explica que están pendientes de hacer una reunión con ellos y que está la voluntad de dialogar con el fin de encontrar una solución a esta situación.

Los orígenes de la situación

Hace 4 años el local donde la AEG Misericòrdia hacía sus actividades, y que era de la Prioral de Reus, se decretó que no era habitable y se tenía que desalojar. El arciprestazgo, no tenía el dinero para hacer las reformas pertinentes y la agrupación tuvo que abandonar el espacio.

Tal como explica Joan Àguila, consiliario de la demarcación de Tarragona de los Minyons Escoltes i Guies, la relación entre ambas partes no era muy buena, ya que cada una tenía un enfoque diferente de cómo llevar a cabo las actividades, uno vinculado al sentido religioso y el otro no. Al final se llegó a un acuerdo mutuo.