Absuelto el autor de la falsa amenaza de bomba que hizo desalojar el bingo del arrabal de Jesús

El hombre que amenazó con hacer estallar un falso cinturón de explosivos en el bingo del arrabal de Jesús, la madrugada del 21 de noviembre de 2015, ha quedado absuelto del delito de desórdenes públicos de que lo imputaba el Ministerio Fiscal. Como consecuencia del aviso, los Mossos d'Esquadra activaron el protocolo antiterrorista y desalojaron a 200 personas del local, en un operativo que cortó el tráfico en el centro. La Fiscalía Provincial de Tarragona solicitaba un año de prisión para el acusado, vecino de Cambrils y de 37 años, y el conseller de Interior, Jordi Jané, había comparecido para pedir «más contundencia» ante los hechos en un contexto de alerta antiterrorista nivel 4 y pocos días después de que se sucedieran los atentados yihadistas de París. La sentencia, con fecha del pasado 27 de abril y fruto de un procedimiento rápido celebrado en marzo en el Juzgado de lo Penal, absuelve al hombre, tal como confirman fuentes del Ministerio Fiscal.

El escrito de conclusiones provisionales de la Fiscalía apuntaba que el falso hombre bomba pidió al camarero del bingo que le llenara el vaso de bebida y anunció su intención de inmolarse «con ánimo de provocar la alarma entre los que lo rodeaban». Cerca de 200 personas se encontraban en el interior del local. Fue después de acabar de beber el segundo vaso cuando el vecino de Cambrils comunicó que, «entonces sí», estaba convencido de hacer estallaraquello que había presentado como un cinturón cargado de explosivos. Personal del bingo alertó al 112 y efectivos de los Mossos d'Esquadra –entre los cuales, también el TEDAX– se personaron en el arrabal de Jesús.

La operación policial se llevó a cabo entre las dos y las cuatro de la madrugada, comportó el desalojo de los clientes del bingo y tocó al fin al comprobarse que no había ningún explosivo dentro del recinto y con el hombre, de origen argelino, detenido y acusado porun delito de desorden público. A pesar de la activación del protocolo antiterrorista, el incidente pasó desapercibido por la mayoría de los vecinos de la zona y no se generó caos, en parte, por el hecho de producirse durante la madrugada. Después de haber pasado a disposición judicial, el hombre quedó en libertad a la espera del juicio.

Sobre el incidente –que se registraba en el marco de una retahíla de falsas alarmas por todo el territorio en los días siguientes a los atentados yihadistas de París–, el conseller de Interior de la Generalitat, Jordi Jané, aseguraba esperar que «la respuesta judicial sea contundente» y castigue al hombre por msu acción. «No nos podemos permitir estas falsas alarmas», consideraba en una comparecencia pública el conseller, que opinaba que actuaciones de este tipo no tendrían que pasar porque afectan a la población y las tareas de investigación policial sobre amenazas reales.

Delito de desórdenes públicos

Fuentes próximas al caso concretan que la sentencia absolutoria surgida del juicio rápido habría venido dada por el hecho que el delito de desórdenes públicos, que está tipificado con penas de prisión de seis meses a tres años, castiga la alteración de la convivencia pacífica y ordenada y va más encaminado a tratar «diferentes cuestiones del tipo de protestas que acaban en disturbios o de llamadas de graciosos para dar falsos avisos» que no específicamente orientada al terrorismo.

Coincidiendo con los hechos ocurridos en el bingo del arrabal de Jesús, el territorio había vivido avisos similares a lo largo de los días anteriores y en diferentes localizaciones. Dentro del Camp de Tarragona, las alarmas se habían disparado pocas horas antes también en Valls, cuandoel jefe de Servicios del Pius Hospotalde Valls decidió alertar a la policía local después de darse cuenta de que hacía un buen rato que había una mochila azul abandonada cerca de la entrada en las Urgencias del centro médico. Los Mossos d'Esquadra acordonaron las calles de los alrededores del centro hospitalario, mientras los TEDAX pudieron comprobar que no había ningún artefacto explosivo en el interior de la bolsa.

Una semana antes, la policía catalana también tuvo que actuar en la calle Puríssima Concepció de Reus, donde fue detenido un hombre por asediar a dos chicas y por desobedecer las indicaciones que en el momento de su intervención los agentes realizaban. Delante de los mismos agentes, el hombre, de origen nigeriano, llamó¡«Alá es grande»! una proclama que no había pronunciado durante la discusión con las mujeres.