La residencia de personas mayores Marià Fortuny desperdicia servicios abriendo a medias
El centro asistencial se abrió el año pasado pero la segunda planta continúa cerrada y no se prevé abrir nuevas plazas públicas
La residencia para personas mayores Marià Fortuny continúa «a medio gas». Así lo explica su directora, Àngels Espinosa.
Este centro residencial abrió sus puertas al inicio del año pasado, pero lo hizo a medias. Se empezó a trabajar sólo con una sola planta, de dos que tiene las instalaciones. Según explica la directora, eso hace que los servicios de que se dispone actualmente se queden a medias. «Se desperdician servicios», resume a la responsable. Se está invirtiendo un dinero que no están rentabilizados al máximo, ya que si lo que se ofrece es para toda la residencia, sólo se utiliza por la mitad.
Espinosa expone que el trabajo que tendrían que hacer los trabajadores con dos plantas sería prácticamente el mismo que con sólo una, y añade que solamente harían falta algunos trabajadores más. Por extraño que pueda parecer, «la residencia es más llevable y fácil de gestionar con más residentes», defiende a la directora del centro.
Ventajas de las dos plantas
Además de optimizar los servicios, con las dos plantas abiertas se podría separar a los usuarios por«niveles cognitivos», explica Àngels Espinosa. Eso quiere decir distribuir a las personas mayores por diferentes grados de demencia y «sería mejor para desarrollar las actividades y el día a día». Esta separación no sería una distinción ni un trato favorable a unas personas u otras, sino que los diferentes grados de demencia hacen que, en algunos casos, sea más delicado tratar a algunos usuarios y mantener una convivencia permanente con el resto.
En este sentido, reclaman que se abran más plazas públicas para llenar este segundo piso. Se podría abrir mediante plazas privades,però, ahora mismo, de las 12 que tienen a disposición sólo tienen cubiertas 10. En cambio, las 20 públicas que tienen están todas cubiertas. «Viene mucha gente interesada pero pueden pagar una plaza privada», expone a la directora del centro.
Según informa el Departamento de Trabajo, Asuntos sociales y Familia, «no hay intención de ampliar la colaboración», con el centro residencial Marià Fortuny, que está adscrito en este departamento, ya que actualmente no ha previsto aumentar el número de plazas.
Un servicio con retraso
La residencia anexa al CAPFortuny se inauguró el año 2010, pero no se abrió hasta el año pasado, cinco años después. Además, las 20 plazas de residencia se destinaron a acoger a los usuarios de la residencia Aljesa Vallmoll d'Alforja, que cerró las puertas.