Diari Més

Los vecinos de la Sedera reclaman más seguridad y sufren por su casa

El pasado viernes temblaron las viviendas adyacentes a la antigua fábrica, fruto del derribo

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«Tenemos miedo de que se nos agrietenlas casas». Esta es la reacción de Misericòrdia Prat, vecina de la Sedera. Así lo explica después de ver como el viernes pasado las obras de derribo de la antigua fábrica de la Sedera, en el paseo Misericordia sintió«uno temblor en toda la casa, como si fuera un terremoto».

El primero de los temblores lo notaron en torno a las tres y cuarto del mediodía. Al principio, según explica la vecina, no todos los residentes se dieron cuenta del terremoto, pero a las cinco de la tarde «hubo dos réplicas más y ya lo notaron varios vecinos». Prat asegura que al salir a la calle había una gran nube de polos que no les dejaba ver prácticamente nada. «Incluso vinieron los vecinos del otro ladodel paseo, del Mas Vilanova porque también notaron los temblores», observación.

La Sedera tiene dos calles adyacentes a ambos lados. Una es la calle de la Sedera, donde hay cerca de 17 chalets adosados, en la cual viven a la mayoría de las personas más afectadas por|para el derribo y sólo hay cerca de cinco metros desde la puerta de las viviendas hasta la pared del edificio. En la otra calle paralela, el de Evarist Fàbregas, hay algunas casas pero, sobre todo, son naves, que de alguna manera, también se ven perjudicadas.

En este sentido, los vecinos ven cómo las obras los afectan al día a día, teniendo que cerrar las puertas y ventanas en pleno verano para que no les entre a casa el polvo de las obras.

Más seguridad y muy enfadados

«Los vecinos estamos muy enfadados», sentencia Prats, que añade que las obras están mal hechas. «Mínimo tendría que haber una bastina con algunas lonas», explica, tal como señalan los carteles de las obras que colgó el Ayuntamiento. En este sentido, la vecina añade que se sienten inseguros y reclama que o que corten la calle o que nos den seguridad».

Obras mal hechas desde inicio

El presidente de la AssociacióCoordinadora Ciutadanai d'Entitats, Josep Machado, declara que las obras son «una tomade pelo». «Hay una licencia por andamio y sólo hay una valla, y sin licencia para ponerla», expone Machado. Al conocer la problemática vecinal avisaron en el consistorio, y hoy se reunirán para tratar de poner más seguridad en la zona.

«En zona urbana no se pueden tirar las cosas a golpes de máquina», remarcaba el presidente de la entidad y añadía que «se ha hecho una preparación a medias».

Aunque desde la plataforma Salvem la Sedera se envió una denuncia a Inspección de Trabajo y se pararon las obras para poner más seguridad, estas sigue siendo insuficientes. Machado, vuelve a denunciar hechos que ya hizo evidente meses atrás, como por ejemplo el alumbrado y las farolas públicas, que todavía están en las fachadas de la antigua fábrica. «Vemos que no se sigue la normativa desde el inicio de las obras», deja a claro Josep Machado.

Es por eso, tal como expone al presidente de la entidad, que los vecinos próximos al derribo se plantean contratar a un arquitecto técnico a fin de que revise las obras y, si así lo considera, interponer una nueva denuncia para la cual pongan las medidas de seguridad adecuadas. «Entendemos que es una obra y se tiene que tirar al suelo, pero con seguridad», resume Misericòrdia Prat, que no tiene ningún problema al poner una denuncia si así tienen que estar seguros.

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