La plaza Catalunya completará la reforma a principios del 2017
La segunda fase de las obras arranca en octubre para redistribuir el espacio público
La segunda fase de la remodelación de la plaza Catalunya arrancará en octubre y el entorno del monumento a Bartrina estrenará nueva imagen entre finales de año y principios del 2017. Las obras, centradas en «renovar la distribución y el uso del espacio público» suceden una primera intervención presupuestada en unos 145.000 euros y que concluía en julio del 2015 habiendo dado «protagonismo a los peatones por encima de los vehículos con aceras más anchas y a un solo nivel para dar continuidad al Tomb de Ravalsy que se pueda pasear sin interrupción entre el Raval del Pallol y el Raval de Santa Anna».
En este nuevo tramo de la reforma, se actuará sobre unos 1.100 metros cuadrados priorizando que, durante la ejecución de las obras, se mantenga el tráfico a pie.
Una «estética coherente»
Tal como detalla el proyecto de la nueva actuación, aprobado a finales de abril y que el Ayuntamiento hacía ayer público, las obras se centrarán en eliminar el carril de circulación y sus usos –aparcamiento, carga y recogida de residuos– y que todo el espacio quede a un solo nivel, «si bien se admite la circulación de vehículos» en dirección a la calle del doctor Robert y el Raval de Santa Anna. Todo, «atendiendo a una estética coherente con la de la primera fase». Con respecto al mobiliario urbano, se instalarán pilones fijos y móviles para evitar el aparcamiento descontrolado de vehículos y regular su acceso. Al mismo tiempo, las aceras y la zona de la plaza se pavimentarán con piedra natural de diferentes tipos y formados, siempre encima de una base de hormigón. Se destinarán, según figura en el mismo documento, que se encuentra ahora en fase de exposición pública, un total de 272.023 euros: hasta 244.309 cubrirán el gruesode las obras y los 27.714 restantes servirán para restaurar el monumento a Bartrina –unos trabajosque quedaban recientemente completados– y los bancos de piedra que lo acompañan, que también vivirán modificaciones.
Durante los cuatro meses que está previsto que se alarguen los trabajos que darán un nuevo aspecto a la Plaza Catalunya, y que contarán a partir de la fecha de su inicio, se intentará que todo el tramo esté abierto al tráfico tanto de vehículos como de peatones el máximo de tiempo posible. La voluntad es que, como mínimo, el de personas se mantenga activo prácticamente durante toda la ejecución.