'Repatrían' de Buenos Aires al Hospital Sant Joan a un turista con una afección digestiva

Un vecino de Reus que pasaba las vacaciones en Argentina fue trasladado, este domingo, desde Buenos Aires hasta el Hospital Sant Joan a causa de «el agravamiento», en plena estancia, de una «afección digestiva que ya se le había manifestado anteriormente», y que lo había llevado en los últimos días a ser atendido en el Sanatorio Mater Dei, en la destinación donde se encontraba «cuando la patología se manifestó». El paciente, que completó el trayecto de vuelta en casa en vuelo regular asistido por servicios médicos, llegaba a Reus después de haber hecho escala en Frankfurt, para continuar el tratamiento ahora desde el Sant Joan. El hombre había contratado un seguro que se ofrece de forma relativamente habitual cuando se realiza un viaje largo y que permite, en caso de enfermedad, reclamar el renombre «repatriación» para ponerse en manos de facultativos en el lugar de origen.

Para poder deshacer el camino hacia la ciudad de origen, sin embargo, y tal como apuntan fuentes de la empresa Global a Medical Transworld, «hace falta que el paciente se encuentre estable y esté en condiciones de aguantar un desplazamiento que, si requiere de servicios como lo que nosotros ofrecemos, acostumbra a ser lo bastante largo». Las mismas fuentes detallan que «repatriaciones» del tipo de la que se hizo este domingo «se llevan a cabo desde cualquier parte del mundo».

«Reus tiene limitaciones»

A pesar de subrayar que este traslado al Sant Joan se produjo en un vuelo regular asistido y no en vuelo ambulancia, fuentes de la compañía de servicios sanitarios apuntan que «no es habitual que utilizamos el Aeropuerto de Reus porque tiene limitaciones y, tal como pasa con otros aeropuertos pequeños, los horarios son un problema y ya optamos directamente por Barcelona». Además, «si venimos desde un punto lejano, como un país africano, no es extraño que tengamos que pedir el servicio de aduanas. El Aeropuerto de Reus no tiene uno permanente y habría que solicitarlo con 72 horas de antelación, pero traslados de estas características tienen márgenes de tiempos más cortos y no podríamos esperar tanto». El pasado fin de semana, el órgano de un donante del Juan XXIII viajaba por carretera por la falta de controladores enReus.