Quien siembra educación recoge un galardón

El proyecto pedagógico de Educación al Desarrollo y la Cooperación Internacional del Instituto de Horticultura y Jardinería de Reus se ha alzado con uno de los quince galardones de la VIII Edición del Premio Nacional de Educación para el Desarrollo «Vicente Ferrer», convocado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), adscrita al Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, conjuntamente con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Este reconocimiento tiene como objetivo premiar experiencias educativas, proyectos o propuestas pedagógicas destinadas a sensibilizar, concienciar, desarrollar el espíritu crítico y fomentar la participación activa del alumnado en la consecución de una ciudadanía global, solidaria, comprometida con la eliminación de la pobreza y sus causas, así como promover el desarrollo humano sostenible.

Este proyecto se implantó el último año en el centro, según explica Francesc Piñol, docente de l'IES, «disfrutado de la inquietud de varios profesores». Así, «se pretendía introducir de manera integrada dentro de los ciclos formativos la educación al desarrollo reflejándosenos en temas europeos para que los alumnos tomaran conciencia». En este sentido, una de las partes de este trabajo era la emisión de dos becas en colaboración con la organización no gubernamental Fallou ONGD -que está trabajando en la región de Tanbacounda, en el Senegal- donde dos alumnas de l'IES se desplazaron durante el pasado julio al país africano para que aplicaran los conocimientos adquiridos durante todo el curso en relación con aspectos como la implantación de los cultivos y su riego. sin Embargo, para acercarse más cerca a este desarrollo, el proyecto también contó con una serie de actividades complementarias como charlas, exposiciones al centro, en colaboración con entidades como Càritas o el Centro de Ayuda al Preso y Necesidad.

El premio, que no incluye ningún tipo de dotación económica, comporta un reconocimiento por la tarea realizada en el centro educativo en este ámbito, así como la posibilidad de participar al Seminario de Intercambio y Formación Buenas Prácticas en Educación para el Desarrollo que tendrá lugar en Dakar y Saint Louis (Senegal) durante el próximo mes de octubre. Este seminario tendrá una duración de 40 horas, que están reconocidas como créditos de formación por el Ministerio de Educación. Así, dos profesores de l'IES de Horticultura se desplazarán hasta el país africano con el fin de «mejorar la formación en este aspecto e implantar en el futuro de una forma más eficiente e integradora este proyecto en nuestro centro educativo», explica Piñol. Durante la estancia, se intercambiarán experiencias y se llevará una término una visita en zonas de cooperación que España hace en este país.

En esta ocasión, Reus ha sido el único centro de Cataluña que galardonado. Otros centros que han sido premiados son de Andalucía, Comunidad de Madrid, la Comunidad Foral de Navarra, Castilla la Mancha, Castilla-León, Principado de Asturias y Galicia. Los galardones están dirigidos a centros docentes sostenidos con fondos públicos -públicos y concertados- a los niveles de educación infantil, primaria, secundaria obligatoria, de personas adultas, bachillerato y formación profesional. Ahora, el bien merecido galardón se entregará en forma de un diploma acreditativo, en un acto que tendrá lugar en las próximas semanas en la sede del AECID.

El proyecto, más allá de su reconocimiento, continuará este curso que justoacabamos de empezar. «Mantendremos algunas de las actividades y añadiremos algunas nuevas. Es un trabajo que engloba toda la comunidad educativa». Cada grupo de alumnos puede participar en una determinada actuación. «Por ejemplo, el grupo de alumnos de Producción Agroecológica participan en la hermandad con la asociación de mujeres en la zona de actuación de la ONG». Se trata, según explica el docente, de «la transmisión de valores técnicos y aportar la formación en determinados cultivos en la zona del país africano». Cuando menos, una de las mayores experiencias del proyecto es recoger sus frutos y vivirlo en primera persona, como las alumnas desplazadas a la zona.