Fuego, bailes y gran fervor en el día grande de las fiestas en honor a la Virgen
El paseo y el Santuari de Misericòrdia se llenan de reusenses para seguir de cerca el Seguici, la carretillada de los Diables y la danza solemne del Àliga
«Porque es Usted nuestra Madre y lo tenemosengran honor. Virgen de Misericordia miradnos con ojos de amor», dice uno de los gozos en honor a la Virgen. Un domingo solemne en una ciudad entregada a la fiesta de su patrona. Los bailes, el fuego y los elementos festivos marcaron los compases del día grande de la fiesta mayor pequeña. Una festividad que adquiere un significado mayúsculo para todo aquello que supone rendir homenaje a las Misericordias, Coris, Coies o las Misis. Que era un día de los marcados en rojo en el calendario se pudo apreciar de buena mañana con los gralleros de la ciudad, que se encargaban, por si alguien todavía tenía alguna duda, de anunciar en forma de madrugadas que era el día en honor a la patrona. Lo mismo sucedía desde el Campanar, ya que los agrupamientos escoltes y guías MontsantCim y Misericordia daban el Toc de Festa para anunciar la festividad.
Comomarca la tradición, la plaza de la Pastoreta, a tocar con el paseo de Misericòrdia, fue el punto de encuentro de los elementos festivos, con ganas de lucirse antelos reusenses, que se fueron reuniendo y haciendo pasilloa los auténticos protagonistas de la fiesta. Muchos pequeños se estrenaban, interesados, como espectadores del acontecimiento y se lo miraban con el interés y la inocencia y, quién sabe, si con perspectivas de ser uno de los protagonistas pronto.
Cerca de las once y media de la mañana, el séquito empezaba a hacerse cada vez más vivo. Junto al Santuariencabezaban a la comitiva los trabucaires, con el baile de Pere Joan Barceló. Primeras cañerías en el aire cerca del Santuari, donde en aquel momento se llevaba a término la solemne misa concelebrada y presidida por el arzobispo Jaume Pujol Balcells, con la participación de los asistentes del OrfeóReusenc. Los trabucaires esperaban impacientes el momento de redoble de campanas y el lanzamiento de 21 salves de morterets en honor de la Virgen. Y lo hacían bajo la atenta mirada del Carrasclet, con mirada en el santuario reusense, pero también pendiente del centenar de reusenses que querían (re)descobrir el nuevo aspecto que presenta este gueriller que se ha rejuvenecido mucho cuandoacaba de llegar a la treintena: se ha renovado casientero: ha estrenado su nuevo vestido, se ha remodelado el trabuco y se ha repintado la barretina. La cara y las manos se han restaurado. «Le hemos mantenido la faja y la manta colgada en la espalda, pero el resto casi bien todo modificado, después de tantos años ya tocaban cambios», explicaba el secretario de la asociación que cuida del gigante, Ramon Bergadà.
Hasta 400 personas ya pudieron conocer el nuevo «look»en la fiesta de presentación que tuvo lugar el viernesenla Palma y donde se pudieron visionar fotografías históricas. El domingo, sin embargo, era el día solemne donde el gigante lucía el vestidoen la calle. Y valió la pena la expectación creada. Unos metros más allá se lo miraban una de las parejas más reconocidas y que eran objeto de comentario entre los reunidos en el paseo de Misericordia: los Gegants Japonesos, que se estrenaban en esta cita llegando a la sesentena después de la fiesta de presentación y el pasacalle de la semana pasada.
El Basiliscy los Xiquets
Otro de los elementos que encabezaba el séquito era el Basilisc. Después de la «demanda de los pequeños para que se pudiera estrenar el pequeño», como explicaba el presidente del Grupdel Basilisc, Pere Latorre, el domingo era el turno del grande, que volvía a impresionar con sus ojos y plumas de cristaly estructura de hierro. Latorre se mostraba orgulloso del nuevo elemento, a la vez que expresaba su deseo para que «ojalá la fiesta en honor a la Virgen se pudiera alargar un poco más», expresaba. También participaron en el encuentro matinal la Víbria, el Drac, el Lleó, los Nanos, la Mulassa y los Gegants, elementos que siempre cautivan a los pequeños y no tanto pequeños. No faltaron tampoco los Balls de Pastorets, Galeres, Cavallets, Cercolets, de Prims, de Valencians, el Ballde Bastones del Esbatyde Santa Llúcia. De buena mañana también se dejaban ver a los Xiquets de Reus. Los de la camisa avellana se levantaban con la satisfacción de haber hecho el sábado una de sus actuaciones más brillanteenla Diada del Mercadal. «Es el momento en qué es más fácil enseñarala ciudad lo queestamos haciendo y que la gente pueda emocionarse con nosotros», explicaba Jordi Guarque, uno de los caps de colla de losreusenses. El domingo fue el turno de una exhibición vespertina en solitario delante del Santuaricon un 4d8ft, 3d8, 2d7 y pd6 mientras que la mañana, de bajada al Santuari, hicieron un 3d6n 4d6n y 2p4. Todo después de un sábado gloriosoenla Diadade la plaza del Mercadalcon un 5de8, un 3de9, un 2de8 y un pilar de 6. Los reusenses fueron los anfitriones de la Diada con los Moixanguers deIgualada así como los Castellers de Sabadell.
El fuego del Diables
De los momentos de más expectación y que marcan el final de los actos de Miserciòrdia es la actuación de los Diables, con la tradicional y majestusosa carretillada que tuvo lugar delante del Santuari. Este año ha sido uno de los más especiales parael Grupo porque también se han sumado diablos particularesenla Baixada. Sin duda, uno de los momentos más esperados por centenares de reusenses reunidos en torno a la plaza y que culminó instantes después con el encendido de la fachada del santuario, la cual se llenó con los colores y la luz de la muestra piromusical, a cargo de la Pirotecnia Igual. Instantes antes, en el interior del santuario, los asistentes se reunieron para captar uno de los momentos más solemnes como es el Baile corto del Àliga, con el acompañamiento musical de la Cobla Reus Jove.