El gobierno de Reus confía llegar a un acuerdo 'in extremis' con la CUP para aprobar las ordenanzas
Por el contrario, los cupaires, que supeditan el acuerdo al cese de los antiguos gerentes de Innova, dan «la puerta por cerrada» y aseguran que «no hay vuelta atrás»
El gobierno de Reus, en minoría, confía arañar un acuerdo con la CUP para aprobar las ordenanzas fiscales, en el pleno de este viernes. El equipo de gobierno, formado por CiU, ERC y Ara Reus, con 11 concejales -la mayoría está en 14- ve en la CUP como el único grupo viable para llegar a un entendimiento. Se han reunido en numerosas ocasiones desde septiembre y han llegado al principio de acuerdo en algunos puntos, como subir el IBI en un 2,5%. Pero desde la CUP, después de reunirse en asamblea, ha anunciado que no aprobará las ordenanzas porque el gobierno no ha cumplido con algunos condicionantes básicos para los cupaires, entre los cuales, el cese inmediato de antiguos gerentes de Innova. El gobierno, que sigue extendiendo la mano al diálogo, asegura que quiere hacer limpio con Innova y que acelerará una reordenación por eliminar la figura de la gerencia jurídica. En un intento por alcanzar un acuerdo 'in extremis', a dos días para el plenario, el concejal de Hacienda, Joaquim Enrech, ha alertado que, de no aprobarse las ordenanzas, se podría generar un desequilibrio económico de 1,2 MEUR.
Tanto esta cuantía como los 700.000 euros de IBI del Hospital Sant Joan de Reus desequilibrarían las arcas municipales en caso de que las ordenanzas no se acaben aprobando. «I eso podría tener consecuencias, como unos ciertos recortes», ha advertido Enrech. El concejal de Hacienda, sin embargo, se ha mostrado este miércoles esperanzado con que los seis concejales de la CUP se avengan a rubricar el acuerdo. Según Enrech, es la única formación que ha mostrado «voluntad dialogante» y, por lo tanto, los únicos que permitirían garantizar una luz verde amplia a las ordenanzas. «La esperanza es el último que se pierde, tenemos voluntad positiva», ha afirmado Enrech. «Se mantiene la puerta abierta, al diálogo, y a llegar a un acuerdo definitivo, nos queremos volver a asentar con la CUP y lo intentaremos hasta el último momento», ha añadido.
Si bien existía un preacuerdo en el cual habían llegado el equipo de gobierno y la CUP, donde ambas partes cedían en varios puntos, como subir un 2,5% el IBI -el gobierno decía un 4% y la CUP, un 0%- o aumentar un 10% el impuesto por compraventa de inmuebles en un periodo corto de tiempo -el gobierno quería subirlo un 5% y la CUP proponía un 20%-, la asamblea de la CUP finalmente ha tumbado el acuerdo por desavenencias en ejes básicos para la formación, como la falta de partidas sociales y definidas o de la internalización del servicio de recogida de la basura, que es la partida más elevada del presupuesto local. También ha condicionado negativamente a los cupaires que el gobierno sólo haya cumplido cuatro de los doce compromisos que habían pactado para sacar adelante los presupuestos de este año.
Pero la condición «sine quan non», según el concejal de la CUP, Xavier Angelergues, es el cese de Josep Maria Adserà y de los gerentes que puedan quedar de la etapa Innova. Enrech, que ha evitado personalizar esta cuestión, ha asegurado que el gobierno ha puesto en marcha un proceso de regularización de los consejos de administración de Redessa, Reus Mobilitat i Serveis, y Reus Transport, que todavía cuelgan de una única gerencia -ostentada por Adserà. «Queremos poner orden al qué antes era Innova y disolveremos este cargo hacia un nuevo modelo de tres gerentes que dependerán de sus consejos», ha dicho Enrech. «No damos largas a la CUP, pero la administración tiene sus tempos», ha concluido.