Las ordenanzas de Reus siguen sin fumata blanca
Los grupos a la oposición se niegan a negociar y ya casi dan por hecho que se tendrán que prorrogar por segundo año consecutivo
Los intentos 'in extremis' del gobierno de Reus para consensuar las ordenanzas municipales siguen sin llegar en buen puerto. El pleno de la modificación de las ordenanzas previsto para este viernes no se ha podido convocar por falta de consenso. El equipo de gobierno -CiU, ERC y Ara Reus-, en minoría, está agotando las 72 horas de margen que le quedan para poder negociar los impuestos y llevarlosa aprobación en un plenario extraordinario y urgente, como a máximo este lunes, que es la fecha límite legal para poder hacerlo. Mientras desde el gobierno se afirma que seguirá negociando hasta el último momento, los grupos a la oposición se ahogan en redondo y ya casi dan por hecho que las ordenanzas fiscales se tendrán que prorrogar por segundo año consecutivo. Para este año ya se tuvieron que prorrogar las del ejercicio 2015.
Reus podría tener las mismas ordenanzas durante tres años seguidos por la imposibilidad del gobierno -que gobierna en minoría con 11 concejales, cuando la mayoría se sitúa en los 14-, de alcanzar un acuerdo con los grupos a la oposición. Aunque el equipo de gobierno ve la CUP como el principal aliado, la asamblea de los cupaires tumbó un preacuerdo sobre las ordenanzas y dijo 'no' tanto a los tipos fiscales como los presupuestos municipales del próximo año.
El PSC, con quien el gobierno se ha entendido en relación a eximir al hospital del pago del IBI, también ve imposible llegar a un acuerdo con el gobierno. «Lo dejan todo al último momento y siempre improvisando, es el gobierno más débil de la historia de Reus e incluso el concejal de Hacienda amenaza a los ciudadanos con recortes si no hay ordenanzas fiscales, es una situación esperpéntica», ha criticado a ACN al portavoz socialista, Francesc Vallès.
Si bien el gobierno también ha abierto la puerta a dialogar con todas las formaciones políticas, con quien siente más afinidad y comulgan en algunos puntos son la CUP y el PSC, pero ambos grupos ya han reiterado que no hay opción a acuerdo, mientras que con Ciudadanos y el PP, los posicionamientos todavía están mucho más alejados, con líneas rojas que el equipo de gobierno no está dispuesto a ceder, como desvincularse del proceso soberanista.
Fuentes municipales han confirmado que se intentará negociar hasta agotar el último instante, pero que, si finalmente no se consigue una mayoría suficiente y no se pueden aprobar las ordenanzas dentro del plazo legal -que según los técnicos municipales, acaba este lunes día 24 de octubre- para que puedan entrar en vigor el 1 de enero del 2017, se tendrán que prorrogar un año más, un trámite que, en este caso, no hará falta que pase por el plenario.