El día en que la muerte recupera vida a través de una visita teatralizada
La Gata Borda ofrece durante tres días un recorrido dramatizado en el cementerio reusense
Cuando la oscuridad hace acto de presencia, Chronos, el señor del tiempo, da la bienvenida a una veintena de visitantes que se reúnen en el sitio de reposo eterno. Así sucede durante tres días, periodo en que se producen las visitas teatralizadas en el Cementerio cuando se acerca el día de los difuntos. Una iniciativa cargada de simbolismo, de emoción, que dota de significado al conjunto arquitectónico y que permite conocer algunas de las tumbas y mausoleos que se reúnen en el recinto mortuorio. El recorrido, a diferencia de otras ocasiones, se inicia en el mausoleo del general Prim –que el pasado martes se conocía que había sido declarado bien cultural de interés nacional– con la explicación que ofrece Joan, uno de los protagonistas de este recorrido y miembro de la compañía La Gata Borda. Este detalla a una visitante, Laia, algunas pinceladas sobre su autoría, los paneles en bajorrelieve o los medallones de bronce.
La solemnidad de Prim da paso al inicio del recorrido, y donde se incorporan otros personajes como Maria, llegando en la capilla Este. El paso del tiempo, entonces, empieza a transcurrir. Los años avanzan y retroceden y los asistentes a estas visitas lo contemplan haciéndose luz con una vela y caminado en un escenario debidamente iluminando en torno a todo el escenario. Una puesta en escena esmerada, que repasa la historia del Reus saqueado por los bombardeos de la Guerra Civil en 1938, que revive la figura del doctor Frías y la gota de la leche. Y que se para en la capilla Margenat de Domènech i Montaner. La visita adquiere uno de los momentos más emotivos y cargados de simbolismo ante la multitud de cruces. En aquel momento, la eterna oscuridad va dando paso a pequeños rayos de luz. Se iluminan los rostros de varios personajes que se identifican con nombres de personas anónimas, su edad y relatan la forma como murieron. El silencio riguroso preside debidamente la velada. El Cementerio reusense se despide de los visitantes, y el silencio, ahora sí, se vuelve a hacer eterno.
Las visitas teatralizadas empezaron el pasado martes y cierran este jueves. Se llevan a cabo tres pases, a las 19.30 horas, 20.45 horas y las 22 horas. Una visita inédita de forma gratuita para conocer un poco más de cerca una historia reusense que revive a través de la teatralización. Con esta ya son ocho las ediciones las cuales propician una gran acogida de público y que ha permitido ampliar a lo largo del tiempo el número de pases.