«...Y va la bola»! desde hace 90 años

La festividad de Todos los Santos es tradición en Reus que muchas entidades organicen rifas para sus asociados o para la ciudadanía en general. Pero sin duda, el sorteo que cuenta con más huella es el que organiza el Orfeó Reusenc en su sede de la calle de Sant Llorenç. De hecho este año han sido de celebración, ya que según los registros que guarda la entidad, el primer concurso de este tipo se organizó el 1 de noviembre de 1926. Este año se celebra el 90 aniversario de esta rifa con el soneto imprescindible del«...y va la bola»!. El secreto del éxito es que engancha tanto a grandes como pequeños, ya que el azar decide quién se lleva el premio.

El bombo, con los números del 1 al 20, convertido en el epicentro de la atención, reparte año tras año la suerte. «La gente se acerca a la mesa y te dice el número de tiradas que quiere, y los números por los cuales quiere apostar. Si tiene suerte y le toca el número, gana un punto, si has hecho dos apuestas por aquel mismo número, pues ganas dos puntos», apuntaba ayer Esther Cos, presidenta del Orfeó Reusenc. Una tirada costaba un euro, y tres tiradas, dos. A partir de aquí, entraban en juego los favoritismos y las supersticiones por uno o de otro número determinado.

Así, consiguiendo dos puntos el jugador podía llevarse un lote muy bonito de panellets, adquiridos como es tradición en la pastelería casa Padreny y también confituras artesanales, igualmente, cavas y vinos estaban también a su alcance de los jugadores consiguiendo entre tres y cuatro puntos. Para los más enganchados al juego –o para los que tuvieran más fortuna con las apuestas– estaba reservado un amplio surtido de licores, entre otros, güisqui, coñacs y otros cavas «con solera», tal como aseguraba la responsable de la entidad. «Para estos hay que conseguir seis puntos», apuntaba.

En general, a los pequeños, lo que menos los importaba ayer era la teca y el beber que se podían llevar a su casa, ellos lo que querían era que saliera la bola por la cual habían hecho una apuesta. Los mayores en cambio, suspiraban para conseguir los seis puntos y hacerse con aquellos incunables que se podían ver en la zona superior de la gran mesa donde se habían situado todos los premios.

Pero para los que el azar les altera los nervios, el Orfeó puso a disposición de los usuarios en días anteriores, unos abonos al precio de 12 euros con el fin de intercambiar directamente por cualquiera de los premios, y aparte, entrar también al sorteo del 'ramillet' que se entregó al finalizar la jornada. Y es que el«... ¡y va la bola»! se pudo oír durante seis horas a lo largo del día. El Orfeó abrió puertas a las 12 del mediodía y en poco rato el local ya estaba lleno hasta los topes, hasta las nueve de la noche los más enganchados pudieron tener tiempo de seguir apostando.

El Orfeó Reusenc ofrece esta, y de otros muchas actividades a lo largo del año, como una coral de canto, la agrupación de timbal, de gralla y de bastoneros, funciones de teatro y conciertos. Estos días, aparte de las bolas, también están bastante ocupados preparando los Pastorets de Navidad.